Martorell: "Hay que vivir con resignación que este año tampoco haya vaquillas"

Si alguien lleva todo el año esperando a que llegue el 18 de septiembre y poder disfrutar de las fiestas de San Mateo, ese es, sin duda, Armando Martorell. De hecho, para él “el año comienza ahora, con San Mateo”. Un histórico de estos festejos, que lleva desde que tiene uso de razón viviendo plenamente las fiestas de la vaquilla, primero con sus abuelos, después con sus padres y ahora con sus hijos.

Pero este año y, al igual que en 2020, las vaquillas no corren entre los aficionados por la Plaza Mayor y su entorno ni el bullicio de miles de peñistas llenará cada uno de los rincones de la Parte Alta de la ciudad, ni los pasodobles resonarán cada tarde bajo los arcos del ayuntamiento.

La Covid ha vuelto a impedir que Cuenca celebre una de sus fiestas más populares y arraigadas, al menos como hasta ahora se conocen. Algo que Martorell, presidente de la Peña Enemigos del Agua, lo tiene más que asumido, y eso, a pesar de no ocultar su tristeza por no poder disfrutar por segundo año consecutivo de la vaquilla y las tradiciones mateas.

Con resignación y concienciado de que “la situación es la que es”, indica, sin embargo, que tampoco le ha cogido por sorpresa. Y es que temía que “la evolución de la pandemia no iba a ser la deseada por todos y en septiembre aún estaríamos con restricciones; y al final, desgraciadamente, así está siendo”. 

Un escenario que ha hecho que desde Enemigos del Agua, que este año cumplen 36 años de andadura, se haya optado, como es lógico y por responsabilidad, por no realizar convocatorias a nivel de peña para evitar aglomeraciones o situaciones no deseadas.

Este año toca, en su opinión, que “cada uno lo viva como pueda, de una manera más íntima y teniendo en cuenta la actual situación”. Solo de esta forma, dice, “podremos contribuir a que el próximo año se pueda volver a celebrar estas fiestas, como debe de ser”.

Eso no quita, por supuesto, que lo primero que vaya a hacer en estas particulares fiestas de San Mateo 2021 sea enfundarse la camiseta de su peña. Y es que, como tiene por costumbre, Armando Martorell cerrará su taller durante los días de San Mateo, esta vez no para vivir cuatro intensos días en el Casco Antiguo en torno a la vaquilla, sino para hacerlo en familia y con algunos amigos. El patio de su casa será esta vez el lugar para compartir los “momentos mateos” de este año. “Haré una zurra para que, por lo menos, la probemos este año y, por supuesto, también habrá algún día que vaya a subir al Casco Antiguo a tomar algo, pero, eso sí, con los más íntimos, el círculo más cercano”, apunta. 

No pretende faltar a los actos oficiales de este año, de tal manera que asistirá a todos ellos, incluidas las exposiciones, como una forma de vivir y compartir ese sentimiento mateo. Todo ello pensando en que las cosas vayan a cambiar y el próximo año vuelvan las vaquillas a las calles del Casco y pueda vivir las tradiciones como sus antepasados y festejar la reconquista de Cuenca por el rey Alfonso VIII.