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Parques

¿Areneros o parques de caucho?

Los vecinos valoran que la empresa de limpieza haya adquirido una máquina especializada en limpiar areneros, aunque los hay que creen que es hora de cambiar la arena por el caucho
Fotos: Saúl García
16/09/2018 - Gorka Díez

El deteriorado estado en que se encuentran la práctica totalidad de los parques de la ciudad, algo de lo que este verano se hacía eco a través de Twitter, provocando el enfado del alcalde, Ángel Mariscal, un conquense residente en Madrid, y en especial los areneros, hace que los vecinos hayan recibido con cierta satisfacción la reciente adquisición, por parte de la nueva empresa adjudicataria del servicio de limpieza, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), de una máquina especializada en limpiar areneros que, según ha informado el Ayuntamiento, se dedicará a “mullir, desinfectar y limpiar” estas zonas de juego infantil tan abundantes en la ciudad.

Eso sí, junto a la necesidad de adecentar unos parques que en el caso de barrios como los de Las Quinientas y el Pozo de las Nieves se han convertido, según denuncian los vecinos, en un peligroso nido de excrementos caninos, representantes de asociaciones vecinales consultados por Las Noticias piden que la Policía Local vigile que los dueños de los perros no entren en estos espacios reservados para los más pequeños y sancione a quienes lo hagan en aras de respetar la ordenanza de convivencia y protección de los espacios públicos.

Aunque, incluso, los hay que consideran que este tipo de parques, construidos en su mayoría hace ya más de treinta años, sean sustituidos por otros de caucho, un material mucho más higiénico e igual o más seguro para reducir el impacto de los golpes o caídas que inevitablemente se suelen producir de vez en cuando. Se da la circunstancia de que este material está cada vez más extendido por todo el territorio nacional pero en el caso de Cuenca está presente en muy pocos parques, básicamente en el de Carretería, inaugurado hace cuatro años, el de la Plaza de España y los de alguna zona de más reciente construcción como Santa Mónica; sí son más frecuentes en urbanizaciones privadas.

Un estudio publicado a primeros de año por la Universidad Complutense de Madrid, para el que se analizaron una veintena de areneros de esta comunidad, advertía de la presencia de gérmenes en más de la mitad de los parques madrileños, entre ellos el clostridium difficile, que puede provocar diarreas y hasta una peligrosa inflamación del colon, además de lombrices, ante lo cual sus autores recomendaban cambiar la arena de forma periódica y vallar los parques o, directamente, retirar la arena y cambiarla por caucho.

¿Areneros o parques de caucho?

Mantenimiento

“Es verdad que el suelo de caucho también exige una labor de mantenimiento porque se deteriora igual, como ha ocurrido en el de Carretería, pero algo más higiénico resulte”, considera Jesús González, presidente vecinal del Pozo de las Nieves, que denuncia la aparición continua de excrementos en los dos areneros con que cuenta este barrio de la capital y su abandono.

“El parque de Las Quinientas está lleno de cacas y huele a orina que trasciende, aunque también hay animales que pasan a los parques de caucho como el de la Plaza de España”, advierte por su parte la presidenta de Las Quinientas, Elena Castillejo.

Hay también no obstante quienes defienden los parques de arena porque consideran que están muy arraigados en Cuenca, como es el caso del presidente de Fuente del Oro, Antonio Gómez. “Salvo el de San Julián, en Cuenca tenemos parques muy pequeños, de 40 metros cuadrados como mucho, que por tanto se podrían limpiar adecuadamente incluso a mano. Y son parques que tienen que permanecer, porque si no los niños se quedarían sin poder jugar en la arena. Lo que hay que hacer es evitar que entren animales y quitar la hierba que crece”, considera.

No comparte además las críticas de las madres y padres que huyen de este tipo de parques porque los niños salen de ellos repletos de arena y una vez en casa tienen que pegarles un baño y poner toda la ropa a lavar. “Es como decir que no les gusta ir a la playa por la arena: si no les gusta, que no los lleven y los dejen en casa jugando con el ordenador”.

Además, advierte de que precisamente en su barrio se instaló hace años un parque con suelo de caucho que no tardó en deteriorarse, con planchas que fueron incluso sustraídas, lo que acabó con su precintado. Ubicado en la plaza que da nombre al barrio, varios años después sigue de hecho vallado y apenas conserva una decena de placas de caucho.

¿Areneros o parques de caucho?

Inversión en parques

Lo cierto es que los presupuestos de 2018, aprobados recientemente en el pleno tras el acuerdo entre Ciudadanos y Partido Popular, incluyen el compromiso del equipo municipal de arreglar antes de finales de este mes de septiembre los parques infantiles de Carretería, Fray Luis de León, Villa Luz, parque de Los Príncipes y L`Aquila, aunque quedarían fuera otros con graves deficiencias como los de Fuente del Oro o Las Quinientas.

Para antes de octubre se prevé no obstante que esté listo un nuevo pliego que permitirá la reparación y certificación de todas las áreas infantiles existentes, por importe de 250.000 euros el primer año y de 120.000 euros en el siguiente ejercicio (se prevé adjudicar antes de final de año). Eso sí, ya en los presupuestos de 2017 se incluyó una partida para arreglar estos parques que no se ejecutó.

Y aunque se ha hablado de reformar estos espacios nada se ha dicho, de momento, de cambiar la arena por el caucho: ni siquiera de estudiar esa posibilidad.