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Ante las “Bodas de Brillantes” de la Coronación de la Virgen de la Luz

La Patrona de Cuenca fue coronada el 1 de junio de 1950 y el próximo año se celebrará el 75 Aniversario
Ante las “Bodas de Brillantes” de la Coronación de la Virgen de la Luz
El nuncio Cicognani coronó a la patrona. Detrás de la imagen, Salvador Alonso, deán de la Catedral
01/06/2024 - José Vicente Ávila

El próximo año 2025 se va a cumplir el 75 Aniversario de la Coronación de la Virgen de la Luz, Alcaldesa de Honor de la ciudad de Cuenca, con lo que se conmemorarán las Bodas de Brillantes del canónico acontecimiento. Ocurrió el 1 de junio de 1950 cuando la Patrona de Cuenca, la virgen morena, fue coronada por el Nuncio de Su Santidad, monseñor Gaetano Cicognani, tras una demanda popular, pues dos años antes, en 1948, con la firma de 13.434 conquenses se solicitaba el Privilegio de la Coronación Canónica.

Se van a cumplir 75 años y en todo este tiempo se han celebrado las Bodas de Plata y las Bodas de Oro de aquella indeleble fecha que retrató el famoso fotógrafo húngaro Nicolás Muller, como se ha podido contemplar en diferentes exposiciones.

La festividad de la Virgen de la Luz, de cada 1 de junio, ha tenido durante los últimos tiempos una serie de altibajos en cuanto a la celebración de actos , sobre todo profanos, prevaleciendo en todo momento el carácter religioso de la fiesta, no faltando ningún año tanto el canto de “mayo” en la media noche del 1 de junio como con la misa solemne en su festividad, tras la procesión matinal.

La Virgen del Puente, del puente de San Antón, ha sido muy venerada con fiestas de cierto relieve antaño, pero desde  hace cuarenta años en que el 31 de mayo se celebra el día de la Región de Castilla-La Mancha nuestra fiesta local fue declinando en cuanto a la programación de festejos como deportes, toros, e incluso verbenas, porque al ser festivos ambos días y además coincidir con un previo fin de semana o el comienzo de otra, el puente se convertía en acueducto, como este año incluyendo el festivo Corpus, y el éxodo a las playas y otros lugares dejaban a la ciudad semivacía y años hubo en las últimas décadas que la fiesta quedó casi en la mínima expresión.  

Gracias a los desvelos de la Hermandad de la Virgen de la Luz se han engrandecido, en los últimos años, los actos del canto del mayo, la ofrenda floral, la misa y sobre todo la procesión recuperada de la Patrona.

 

UNA LUZ EN EL “REMEDIO”

Haciendo historia, la devoción a la Virgen de la Luz está relacionada con la Reconquista de Cuenca, que se remonta a 847 años, es decir, a los días que la precedieron,  pues se cuenta que los soldados divisaron durante varias noches una luz tenue en la ladera del Cerro de la Majestad en un punto cercano a la confluencia de los ríos Júcar y Huécar, en el sitio llamado del Remedio, al que el escritor Pedro de Lorenzo definiese en uno de sus versos como “Júcar y Huécar se encuentran en el Remedio, y Cuenca en medio”.

Cuenta la tradición que la Virgen se le apareció al joven monarca para anunciarle que la ciudad se rendiría pronto. Así, tras conquistar Cuenca el rey Alfonso VIII el 21 de septiembre del histórico año de 1177, éste ordenó que se construyese una capilla en el lugar donde se le había aparecido, situando una imagen que se veneró con el nombre de la Virgen de la Luz, por esa luz que se divisaba en las noches de tensa espera para entrar en la sitiada ciudad de Cuenca.

 

LA IGLESIA MUNICIPAL DE LA PATRONA

Cuentan los historiadores que en 1764 se construyó el actual santuario de la Virgen de la Luz (inicialmente ermita de San Antón), quizá la obra más importante de José Martín de la Aldehuela en Cuenca, pues la anterior ermita estaba situada en un estribo del murallón, próximo a la denominada “Puerta del Rincón”. Toda una joya en aquella Cuenca de finales del siglo XVIII.

Pero en 1808, con la guerra de la Independencia, la iglesia de la Virgen de la Luz queda seriamente dañada. Nueve años después, el Ayuntamiento solicita a la Dirección del Crédito Público, lo que ahora es Hacienda, que repare tan valioso monumento o en caso contrario que lo ceda al municipio para que sea reparado y lograr con ello se dé culto a la Patrona de la ciudad. Así, el 9 de abril de 1817 el Ayuntamiento pasó a ser el propietario de la iglesia, quedando reparada con ayuda municipal y con la aportación de los vecinos de la ciudad.

 

 

La Virgen de la Luz, sin coronar, desciende por Alfonso VIII el 1 de junio de 1950. Foto: Muller

PASOS PARA LA CORONACIÓN

La Virgen de la Luz pudo haber sido coronada en 1931. En septiembre de 1924, el entonces obispo Cruz Laplana, coronó en Campillo de Altobuey a la Virgen de la Loma, con lo que se cumplirá el Centenario, y en Cuenca los devotos de la Virgen de la Luz sintieron el deseo de que también fuese coronada la Patrona de la ciudad. Así se fue iniciando el expediente y se creó un Comité Ejecutivo para la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Luz, Patrona de Cuenca”, encabezado por el entonces cardenal primado de Toledo, Pedro Segura, que solía pasar vacaciones en Cuenca en el convento de los Descalzos en las Angustias.

En un Boletín del citado Comité, de diciembre de 1930,  se anunció al pueblo de Cuenca “la gran noticia de que la Virgen iba a ser coronada en 1931”. Pero el cardenal Segura, presidente de la Comisión para la Coronación, se puso en contra de la República proclamada el 14 de abril de 1931, siendo expulsado a Roma en el mes de mayo, quedando aplazado por tanto todo lo concerniente a la Coronación. Tuvieron que pasar casi veinte años para que se coronase a la Patrona de Cuenca el 1 de junio de 1950.

Un año antes, el 9 de febrero de 1949, el Ayuntamiento que presidía Jesús Merchante nombró a la Virgen de la Luz como Alcaldesa de Honor de la ciudad. Conocida la noticia, “unas 8.000 personas”, según informaba la prensa, desfilaron desde la iglesia de San Francisco (San Esteban) hasta el Palacio del Obispado, encabezadas por el teniente de alcalde, Jesús Carrillo, portando éste el Pendón del Rey Alfonso VIII, para pedir la Coronación.

Por fin el citado día 1 de junio de hace 74 años fue coronada por el Nuncio de Su Santidad, monseñor Cicognani, acompañada de 84 imágenes de la diócesis conquense, y con la presencia del representante de Cuenca del Ecuador, Gerardo Martínez Espinosa, que sería un importante personaje ecuatoriano. El acto tuvo lugar en el patio de deportes de la desaparecida Escuela de Magisterio y comenzó en la Catedral con una procesión de todas las imágenes descendiendo por el Casco Antiguo para desfilar por la parte baja de la ciudad hasta la explanada de Magisterio.

 Unas 30.000 personas acompañaron a la Virgen de la Luz en tan histórica jornada. El día anterior había sido muy animado con la llegada de las imágenes de la provincia, así como de Utiel y Requena, que aún pertenecían a la diócesis de Cuenca. De todo ello tomó imágenes el fotógrafo Muller, que vino a exponer fotografías de la Semana Santa el 2 de junio en la Diputación.

 

La Patrona de Cuenca,regresando a su iglesia por el Puente de la Trinidad, en la coronación de la Vi

Además de toda la parafernalia religiosa se programaron actos profanos. No faltaron los toros, pues durante muchos años era obligado para el empresario organizar un festejo taurino el día de la Patrona. La verdad es que el espectáculo no estuvo acorde con la celebración, si tenemos en cuenta que para la coronación de la Virgen de las Angustias, del 31 de mayo de 1957, vinieron a Cuenca nada menos que Litri, Chicuelo II y Chamaco.

Ese 1 de junio de 1950 tuvo lugar una novillada mixta con muy buena entrada, en la que se lidiaron novillos de la ganadería conquense de Joaquín Soriano e Hijos. Para la época fue novedad la actuación de las rejoneadoras Beatriz Santullano y Mari Carmen Ciamar, estoqueando los dos novillos pie a tierra el sobresaliente Serranito de Cuenca. También actuaron los novilleros Pedro Medrano y José Reyes, y el festejo fue tan flojo que no se cortaron orejas.

Por la noche hubo lucha libre en la plaza de toros con la actuación del campeón de Europa, Cabeza de Hierro y Tabora, amén de otros cuatro combates, no faltando tampoco ciclismo, tiro de pichón y la verbena a ritmo de boleros y pasodobles, pero sin agarrarse mucho, manteniendo la distancia cuerpo a cuerpo y paso a paso, sin pisotones.

 

CITA LITERARIA

Para la ocasión, y gracias a la mediación de Federico Muelas, el escritor Camilo José Cela, Nobel de Literatura en 1989, escribió unos versos titulados “Coplillas que cantan las flores campesinas en loor y alabanza a la Virgen de la Luz, Patrona de Cuenca, que vamos a recordar en sus primeras estrofas:

“Santa María de Cuenca / flor del espino / Un monje recoleto / cada tomillo / Pájaros voladores / flor de aliaga / Sangre que aplaca el viento / cada retama / Santa María de Cuenca / paloma airosa, / Madre de Dios, un soplo / gacela y rosa”...

Existe una antología poética en torno a la Virgen de la Luz con versos de Federico Muelas, que compuso Siete Décimas en su honor, que se inician así: “Canta el Júcar a tus pies / su clara estrofa bravía./ Yo solo digo: María / te traigo rumor de mies…”. Hay otros versos y poemas de Carlos Murciano, Raúl Torres, Clementino Sanz, Román Mayorga, Andrés Huberto, Lucas Aledón, y un Soneto atribuido a Fray Luis de León.

Además de Alcaldesa de Honor la Patrona tuvo otras distinciones. Así, en el año 1953, y el 15 de noviembre, le fue impuesto a la imagen de la Virgen de la Luz el bastón de mando del Ayuntamiento de Cuenca y el 1 de junio de 1956 la Diputación Provincial le impuso la Medalla de Oro de la Provincia, concedida en el mes de mayo. Ya coronada, la Virgen de la Luz acompañó en 1957 a la Virgen de las Angustias a su coronación, el citado 31 de mayo, en este caso ante 150.000 personas. En 1962 la Patrona de Cuenca acompañó en su coronación a la Virgen de Riánsares, Patrona de Tarancón, y desde ese momento siempre hubo una gran sintonía entre ambas hermandades.

 

LA CORRIDA GOYESCA DE 1975

En el año 1975, al cumplirse las Bodas de Plata, se organizaron diversos actos conmemorativos, entre ellos una solemne celebración religiosa oficiada por el obispo Guerra Campos, y entre los actos profanos destacó la celebración de una corrida de toros goyesca para el 1 de junio, con un cartel de auténtico tronío y de arte, compuesto nada menos que por Curro Romero, Rafael de Paula y José María Manzanares. El festejo fue suspendido por la intensa lluvia.

Por fin se celebró la corrida goyesca el sábado 7 de junio, con la plaza llena, y lluvia una hora antes, que hizo temer lo peor. Actuó por delante el Batallón de Gala de la Policía Municipal de Madrid, que gustó mucho al público, y sobre el festejo taurino, el único goyesco celebrado en Cuenca hasta ahora, cabe decir que Curro Romero, de verde, y Rafael de Paula, de blanco, fueron abroncados por un público muy enfadado con ellos. Yo nunca había visto el ruedo conquense lleno de rollos de papel higiénico.

 El único triunfador fue José María Manzanares, que vistió de burdeos y cabos negros, que cortó dos orejas y rabo a uno de los toros de Antonio Pérez de San Fernando, pero no pudo salir en hombros debido a una cornada en el muslo izquierdo, de siete centímetros, en el único toro que mató. En el sexto, que lidió Curro Romero por decir algo,  hizo el salto de la garrocha Antonio Porras. El cartel de la corrida goyesca lo hizo Julián Grau Santos, que hizo una gran obra de arte, con una vista de la Hoz del Huécar superpuesta entre los tendidos de la plaza, con un toro y un torero goyesco citando con la muleta en el primer plano.

 

LAS BODAS DE ORO

Las Bodas de Oro se celebraron en el año 2000 y en este caso los actos fueron eminentemente religiosos, en una ciudad semivacía, pues el 31 de mayo, miércoles, fue el Día de Castilla-La Mancha; el jueves el dÍa de la Patrona y el “puente” festivo se alargó hasta el domingo. Se celebró una procesión extraordinaria organizada por la Hermandad de la Virgen de la Luz, en la que desfilaron las imágenes de la Virgen de Riánsares, Patrona de Tarancón, y la Patrona de Cuenca, entrando ambas tallas vestidas con sus mejores galas en la Catedral. Se recuperaba una procesión que no salía desde 1971, y era el inicio por tanto de ver a la Patrona de Cuenca en andas.

Sería en 2008 cuando se reanudó esa costumbre, gracias a la decisión del párroco, Ángel García Benedicto, y de la Hermandad, con los desvelos de Antonio Carrasco. Y así cada año, en el día 1 de junio. Por cierto, cada vez que nuestros equipos deportivos son campeones o ascienden, hacen su ofrecimiento a la Virgen de la Luz, como ha ocurrido en el reciente a Segunda RFEF de la Unión Balompédica Conquense,