Cuenca cuenta con un nuevo recurso expositivo. Tras su rehabilitación y acondicionamiento, el Alfar de Pedro Mercedes ha sido inaugurado oficialmente este viernes como un espacio “vivo” que alberga no solo un museo sobre la alfarería conquense y la figura del emblemático artista sino como un lugar que acogerá también actividades culturales como talleres y conferencias, además de estar abierto al uso vecinal.
“En este alfar existe un duende que tiene cierta conversación conmigo aunque sea en la imaginación. Nunca me encuentro solo; siempre hay algo o alguien que me acompaña”. La frase, de Pedro Mercedes, y recordada en la inauguración por su hijo, Tomás, se puede leer en las dependencias del espacio. “Hoy, el duende solo estará contento sino bailando de alegría al volver a escuchar las voces de tanta gente que se conservan en estas paredes”, ha añadido su descendiente.
Al acto de inauguración del llamado Centro Cultural y Artístico Alfarería Pedro Mercedes, que a partir de mañana sábado estará abierto al público, también ha asistido el presidente regional, Emiliano García-Page, quien ha definido la obra de este artista como “innovadora” y ha considerado la jornada de hoy como un “paso importante para Cuenca” y para la recuperación de la propia “alma” de la ciudad.
Por su parte, para el alcalde de la ciudad, Darío Dolz, hoy se ha cumplido con un sueño en el que han trabajado varias corporaciones y se ha hecho con un centro que va a ser un “espacio vivo” como se le demandaba al Ayuntamiento y que estará abierto para todo aquel que “quiera venir a tocar el barro, a tocar la vida”.
A su juicio, la ciudad tenía un “débito” con uno de los artistas “más insignes” de Cuenca, algo que se ha saldado con este nuevo espacio expositivo para la ciudad, que conserva la “esencia” de Mercedes y que va a ser gestionado los tres primeros meses por el colectivo de Lamosa.
Tomás Mercedes también ha destacado ese trabajo conjunto para sacar adelante este proyecto y ha recordado la “ilusión” y el esfuerzo que ha puesto la familia durante dos décadas para que no se perdiese el legado de su padre y el alfar, que en 2010 pasó a ser de propiedad municipal, al tiempo que ha agradecido al Ayuntamiento que haya tenido en cuenta la opinión de la familia para la toma de decisiones. Sobre esta cuestión, ha dicho que ellos no querían que fuese un “mausoleo” sino un espacio vivo y abierto.
Haciendo hincapié en que todavía “queda mucho espacio aún” en este recurso, Tomás Mercedes ha aprovechado para proponer la creación de una escuela internacional de cerámica en el alfar.
El hijo del insigne alfarero también ha tenido unas palabras para José Martínez Culebras, “compañero inseparable” de su padre durante cincuenta años y al que ha definido como “hombre bueno, noble como ese barro que tantas veces ha moldeado”, así como para su madre, Angustías Martínez, que estuvo en el anonimato pero apoyó a su progenitor en momentos difíciles, sobre todo al principio, y cuando ya había alcanzado la fama, lo asentó a “la tierra” sin quitarle “genialidad”.
