El caudal del Júcar a su paso por Cuenca supera los 250 metros cúbicos por segundo y sigue creciendo. El Ayuntamiento mantiene cerrados todos los accesos a la ribera del Júcar y desembocadura del Huécar. Además se ha cortado el acceso al Casco Antiguo por el Camino de San Isidro.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha señalado que la crecida del río Júcar a su paso por la ciudad es “la mayor avenida” de los últimos años y ha hecho un llamamiento para extremar la precaución en la ribera de la ciudad.
Además del acceso peatonal a todos los puntos de la ribera del Júcar también se ha cortado el tráfico rodado en la zona del Recreo Peral por su peligrosidad.
En concreto, en el conocido puente de los Descalzos, que da acceso a un popular sitio de restauración y también al conocido “Juego de Bolos”, además de a la ermita de Las Angustias.
Desde la medianoche el regidor encabeza el dispositivo de seguridad que se ha organizado para tener controlada la situación, junto a los técnicos municipales, Policía Local, Policía Nacional, Bomberos y Protección Civil.
El Júcar quintuplicó ayer, y tras 24 horas, su caudal, pero el desembalase de agua en La Toba, que está en máximos históricos, ha propiciado esta crecida, “la más alta de los últimos años”, según el alcalde.
Las imágenes que deja el abultado caudal del Júcar a su paso por la ciudad son impresionantes, por lo que a lo largo de la mañana han sido muchas las personas que han seguido su curso para tomar fotos, invitados además por las altas temperaturas que ha dejado el paso de la borrasca Elsa para esta época del año. En Cuenca, el mercurio alcanzaba los 13 grados este mediodía.
Con todo, el Ayuntamiento de Cuenca mantiene el nivel de alerta y pide a los vecinos y turistas que no se acerquen a la ribera del Júcar. Tampoco a la zona del Huécar, río que también se ha desbordado en su confluencia con el Júcar.