“Ahora estoy contenta, pero los primeros meses fueron muy difíciles”
El 14 de febrero de 2023 Eugenia Zaporozhchenko llegó a la capital conquense junto a su madre tras pasar cinco meses en Valencia. Salieron de Ucrania con miedo, pero con la esperanza de empezar de cero en un lugar lejos de las bombas.
Ahora, dos años después y a punto de cumplir 18 años, asegura estar “muy contenta” de estar en Cuenca, aunque los primeros meses fueron “muy difíciles” porque, como imaginarán, para una niña que por aquel entonces tenía 15 años no fue nada fácil dejar atrás su hogar, su familia y sus amigos.
Cuando llegó a la capital conquense empezó a asistir a clase en el IES Alfonso VIII, pero para Eugenia “era complicado” seguir las explicaciones en español, aunque los profesores y sus compañeros le ayudaron “mucho”. Por ello, decidió seguir online las clases de su centro educativo ucraniano, donde fianalmente ha culminado sus estudios. Dedicaba todo su tiempo a estudiar para alcanzar el futuro con el que siempre ha soñado a pesar de que las circunstancias no eran las idóneas y gracias a su perseverancia y a la ayuda de los voluntarios de Cruz Roja Cuenca también empezó a aprender castellano. “Leo libros y veo vídeos por mi misma y doy clases con los voluntarios de Cruz Roja para aprender”, cuenta Eugenia.
Ahora, ya con un nivel de castellano excepcional para solo llevar dos años estudiando el idioma, está pendiente de homologar su título de Bachillerato ucraniano para poder cursar la carrera de Historia del Arte en España. “Es algo que me ha gustado siempre”, dice. Además, Eugenia es una gran dibujante de cómics, tanto que ya ha ganado un concurso en Cuenca.
Por ahora, no sabe qué universidad escogerá pero lo que sí tiene claro es que quiere establecerse en nuestro país y, por ahora, no se plantea regresar a Ucrania. “Mi madre y yo estamos muy tranquilas aquí sabiendo que España está muy lejos de Ucrania porque al principio pasamos por Bulgaria y teníamos miedo de estar cerca de la guerra”, explica.
Además, su madre ha encontrado trabajo en Cuenca y, aunque estar lejos de la familia es complicado para ellas, han conseguido una vivienda y llevan una vida estable y tranquila en la capital conquense. Ahora, Eugenia quiere centrarse en hacer amigos para reforzar su integración en la sociedad conquense.
