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COFARCU: “Ahora no tenemos ni una mascarilla infantil y no hay plazos de entrega”

El gerente de la Cooperativa Farmacéutica Conquense, Luis Miguel García Alegría, señala que el mercado se está normalizando en cuanto a las mascarillas de adultos
COFARCU: “Ahora no tenemos ni una mascarilla infantil y no hay plazos de entrega”
Iamgen de archivo de COFARCU. // Foto: Saúl García
21/04/2020 - Miguel A. Ramón

Primeros pasos del Gobierno hacia la “desescalada”: los niños podrán salir un rato a la calle acompañados de un adulto a partir del próximo lunes, 27 de abril. Una decisión de alivio a priori después de más de un mes de confinamiento, sin embargo, a su vez, también está abriendo numerosos interrogantes, sobre todo a los padres, en torno a qué es lo que tienen que hacer ahora para proteger a sus hijos de la COVID-19.

Y es que, aunque en menor medida, este coronavirus también tiene incidencia entre los niños, con lo que eso supone tanto para su salud como para la propagación de la enfermedad.

A bote pronto, las mascarillas infantiles se antojan como la primera solución a adoptar, pero la verdad es que va a ser bastante difícil encontrarlas, porque en la actualidad el mercado está prácticamente desabastecido de estos productos. Así lo pone de manifiesto el gerente de la Cooperativa Farmacéutica Conquense (COFARCU), Luis Miguel García Alegría, quien señala que “de hecho, ahora no tenemos ni una mascarilla infantil y, además, no hay plazos de entrega. Hemos contactado con algunos proveedores y estamos a la espera de que puedan enviarnos”.

Y es que, según explica, los fabricantes de este tipo de mascarillas dejaron hace un tiempo de hacerlas para dedicarse a las de adultos ante la brutal demanda existente en todo el mundo, sin olvidar el hecho de que los niños estaban confinados en sus casas y, por lo tanto, la demanda era muy baja.

No obstante, todo apunta, según añade, a que “se van a poner manos a la obra para fabricar mascarillas de menor tamaño que puedan ser utilizadas por los más pequeños, ahora que muchos países están comenzando la «desescalada» y, por lo tanto, a relajar sus restricciones a la población, como permitir que los niños salgan un rato a la calle”.

MASCARILLAS DE ADULTOS

El mercado de las mascarillas de adultos, por su parte, parece que paulatinamente se va recuperando, tal y como afirma el gerente de COFARCU, quien puntualiza que “desde mediados de la semana pasada el abastecimiento de este tipo de productos a las farmacias conquenses, al menos a las asociadas a esta cooperativa, se ha ido normalizando, lo que no impide que en algún sitio de manera puntual no haya suficientes”.

De hecho, recalca que “en estos momentos tenemos stock suficiente de mascarillas quirúrgicas y, en menor cantidad, de las de tipo FFP1 y FFP2, y, aun así, hemos establecido una cantidad máxima por farmacia”. No obstante, COFARCU, junto a otras nueve cooperativas farmacéuticas del país, han fletado un avión con 2,2 millones de mascarillas quirúrgicas y 800.000 de tipo FFP2, que está previsto que llegue en unos días al aeropuerto de Vitoria. Una remesa, según García Alegría, que vendrá a garantizar el normal suministro de estos productos en las farmacias conquenses.

COFARCU: “Ahora no tenemos ni una mascarilla infantil y no hay plazos de entrega”

Nada que ver, por supuesto, con lo vivido en los primeros momentos de la emergencia sanitaria. Y es que, según recuerda García Alegría, conseguir mascarillas se llegó a convertir en todo un reto.

La brutal demanda mundial convirtió el mercado en un campo de batalla ante el desabastecimiento generalizado, lo que provocó todo tipo de situaciones, como la sufrida por COFARCU y un grupo de cooperativas farmacéuticas cuando el Gobierno decidió requisar en el aeropuerto de Barcelona el cargamento del avión que habían fletado con 3,5 millones de mascarillas para la venta a farmacias de todo el país, de las que unas 40.000 eran para nuestra provincia.

Y es que la situación era tal, según agrega, que “hasta gente que nada tenía que ver con el mercado sanitario se convertía por unos días en proveedores de mascarillas con el único fin de sacar el máximo beneficio; sin ir más lejos, a nosotros llegaron a ofrecernos mascarillas un bufete de abogados, que aprovechó sus contactos en China para importar”.

Todo esto disparó por las nubes los precios de las mascarillas. Nada extraño, a su juicio, si se tiene en cuenta el nivel de desabastecimiento existente en esos momentos y la aparición de aquellos que vieron en esas circunstancias el mejor momento para conseguir importantes beneficios en poco tiempo aunque se tratase de un sector ajeno a su actividad. Como consecuencia, se llegaron a dar casos clamorosos, como el de "una farmacia que llegó a pagar 28 euros por cada mascarilla FFP2 porque no encontraba en ningún otro sitio y no quería dejar colgados a sus clientes”.

Afortunadamente, la situación va regresando paulatinamente a la normalidad, aunque en el caso de las mascarillas infantiles es todo una incógnita y habrá que estar pendientes a cómo se desarrollan los hechos.