Se cumplen noventa años de la celebración de la primera Feria y Fiestas de San Julián en 1931, el año de la proclamación de la Segunda República, si bien tanto en prensa como en programas de mano se evitaba el nombre del Patrón de Cuenca, con el título genérico de “Ferias y Fiestas de Cuenca”. Sin embargo, la programación en sí, salvo alguna nueva aportación como el Homenaje a la Vejez y el concurso de carrozas, mantenía el grueso de actuaciones anteriores como los gigantes y cabezudos, dianas, conciertos, pólvora y traca, teatro y, sobre todo, los festejos taurinos con mayor proyección tras la inauguración de la plaza de toros en 1927.
Tras la proclamación de la República el 14 de abril, con los obligados cambios, la preparación de las fiestas se fue dilatando hasta que en la sesión municipal del día 12 de agosto, con asistencia del alcalde y diez concejales, se acordó “celebrar los festejos en las próximas ferias de San Julián, concediendo premios para las carrozas mejor presentadas a la batalla de flores y para aquella admitidas por el jurado, como compensación al trabajo realizado”. Al tiempo se contestaba al gobernador civil en el sentido de que no se necesitaba la presencia de las fuerzas de la Guardia Civil para la feria. Finalmente se decidió que “se procure organizar una sesión de fuegos artificiales, de los llamados acuáticos, en el río Júcar”.
El nuevo gobernador civil, que había tomado posesión a primeros de agosto era Alicio Garcitoral, de 28 años, un escritor y periodista que en un año de gestión recorrió toda la provincia de Cuenca, y ello le permitió escribir el libro “El crimen de Cuenca” en el que venía a señalar que el verdadero “crimen” era el estado en que se encontraba la provincia, dominada por el caciquismo. El joven gobernador se reunió con los representantes de la Prensa de Cuenca, a los pocos días de tomar posesión, con el fin de mantener una relación fluida a la hora de informar, enviando notas a los periódicos con las actividades gubernamentales. Garcitoral se exilió tras la guerra y falleció con 101 años en Estados Unidos.
En la referida sesión municipal del 12 de agosto el alcalde anunciaba la destitución del arquitecto municipal y se aprobó la cesión del edificio del Almudí a la Diputación para albergar la Escuela de Artes y Oficios, acordando ampliar una planta más. Asimismo se autorizó “derribar el bloque de piedra del hocino del conde de Toreno, según informe de la División Hidráulica del Júcar”.
Quince días antes de la Feria era costumbre celebrar la procesión de San Roque, por el Voto de la Ciudad, con la presencia municipal, pero como se publicaba en “El Centro”, “este año se ha suprimido por el Ayuntamiento por vez primera”, celebrándose eso sí los cultos en la iglesia de San Antón. La Hermandad de San Roque, que ya contaba entonces con 200 hermanos, también celebró los cultos en la iglesia de San Miguel, donde estaba establecida.
Días más tarde se daba a conocer que los periodistas locales Francisco Garrido (“La Opinión”), Evaristo Pareja y Julián López habían sido designados para formar parte de la Comisión de Festejos.
En la programación festiva figuraban los tradicionales desfiles de Gigantes y Cabezudos y dianas; tiradas de pichón, fuegos de artificio en “el parque de Mangana”, conciertos y verbenas en la Plaza de la República, cucañas en la Plaza de Cánovas (no se hicieron al haber desaparecido el artefacto), homenaje a la vejez y los festejos taurinos en la flamante plaza de toros. En terrenos adyacentes al coso taurino se iba a construir un campo de deportes, tras el oportuno acuerdo municipal.
DATOS PARA LA HISTORIA TAURINA
Precisamente sobre los festejos taurinos en las fiestas de Cuenca, durante la República (1931-1936) es preciso aclarar un dato que ha quedado como una interrogante en la “Historia de la Tauromaquia Conquense” (edición año 2000), por falta de noticias entonces, como apuntaba en su excelente publicación el incansable investigador Heliodoro Cordente «Dorito», fallecido en 2013. En este gran Volumen de 580 páginas, que abarca la historia taurina conquense desde 1500 al año 2000 colaboré con “Dorito” aportándole todos los datos publicados por mí en prensa desde 1969 hasta el comienzo del siglo XX.
En la referencia al año 1931 el autor publica que “no se tienen noticias taurinas de este año por no haberse encontrado documentación sobre el tema”, dudando incluso de si hubo vaquilla de San Mateo “lo que hace sospechar que fue nuevamente suspendida al proclamarse la Segunda República”. El año 1932 no se cita y los datos taurinos se retoman a partir de 1933. Pocos años después de publicarse esta importante “Tauromaquia Conquense” le comenté a “Dorito” que había encontrado los festejos taurinos de los años 1931-32, con la novedad incluso de que en 1932 se había concedido la primera alternativa en la plaza de Cuenca al torero mejicano Luciano Contreras, que sustituyó al anunciado Marcial Lalanda. Quedamos que si se hacía una nueva edición de la “Tauromaquia Conquense” esos datos se añadirían, amén de otras correcciones.
Así que en la Feria de 1931, el primer año de la Segunda República SÍ hubo toros en Cuenca como manda la tradición, pues contando con el coso taurino actual la ciudad ha tenido cuatro plazas de toros: la del Pintado, la Perdigana, la de Caballer y desde 1927 la que tenemos delante del Paseo de Chicuelo II, proyectada por el arquitecto Fernando Alcántara, que también diseñó el kiosco del Parque de San Julián, reforma de las Casas Colgadas y otros importantes trabajos.
En la prensa se anunciaba que los billetes del ferrocarril entre Cuenca y Madrid, en los días de feria, del 3 al 9 de septiembre serían válidos, informando además que el día 5 habrá un tren especial que saldrá de Aranjuez a las 13,30, regresando desde Cuenca a las 18,50 con el fin de que los aficionados al arte de Cúchares puedan asistir a la corrida de toros.
En estas páginas insertamos el programa de mano, impreso en la Imprenta Aranda, con el cartel de Litografía Ortega, de Valencia, para dar testimonio de que en el año 1931, se celebraron tres festejos en los días 5, 6 y 8 de septiembre. En el cartel del pintor Ruano Llopis sólo aparece el texto “Toros en Cuenca”, sin mencionar feria ni San Julián. Estas fueron las combinaciones:
Día 5 de septiembre. A las cuatro y media de la tarde, gran corrida de toros. Reses de Samuel Hermanos, de Albacete para Luis Fuentes Bejarano, José Amorós y Gil Tovar. Buen tiempo y floja entrada. Lo mejor del festejo fue el buen juego del ganado, castigado en varas, siendo aplaudidos tres toros en el arrastre.
La figura de la terna era Fuentes Bejarano, que ya había actuado en Cuenca en 1929. El diestro madrileño fue uno de los ocho diestros que había actuado en la inauguración de la plaza de Las Ventas el 17 de junio de 1931. Bejarano cumplió el expediente, siendo ovacionado en sus dos faenas. Luis Fuentes Bejarano volvió a torear en Cuenca en la feria de 1936, alternando con Maravilla y Gitanillo de Triana, cosechando un gran triunfo.
El salmantino José Amorós se lució en los quites y en el tercio de banderillas. En su sobresaliente faena al segundo cortó dos orejas y rabo y en el quinto se hizo el silencio tras fallar a espadas. El barcelonés Gil Tovar Bonafonf destacó sobremanera en banderillas, pero insulso con la muleta y poco efectista con los aceros. El cronista de “La Voz de Cuenca”, Revolera, sugería en la croniquilla que se pasase al escalafón de “los banderilleros de plata” y así lo hizo meses después este diestro catalán.
Día 6: Gran novillada sin picadores. Seis novillos de Melquiades Flores, de Albacete para Vicente Martínez “Niño de Haro”, José Brageli y Ángel Lahoz “Jardinerito”. El ganado, con tres novillos terciaditos y tres grandones, aptos para novillada picada, dio un juego desigual. Niño de Haro fue ovacionado y cortó dos orejas y rabo del cuarto; José Brageli fue aplaudido y Jardinerito escuchó palmas y logró las dos orejas y rabo del tercero. Destacaba el cronista las ganas de los novilleros.
Día 8: Llapisera y El Empastre. Con As Charlot, El Bombero Torero y Laurelito. En la parte seria, dos novillos para Arturito Marzal “Niño de Cerrajillas”. El espectáculo cómico-taurino lo completaba la Banda “El Empastre”. Destacó “El Bombero” y sobre el “Niño de Cerrajillas” Revolera comentaba que le sobraban sus primeros veinte años…
ACTIVIDADES CULTURALES
El 5 de septiembre, sábado, se celebraba en la Catedral la festividad de “la Traslación del Cuerpo de nuestro Patrón San Julián”, con misa de comunión general en la capilla de San Julián, a las ocho de la mañana, y misa de pontifical a las nueve y media, predicando el magistral, y por la tarde, a las cuatro y media, salve solemne a Nuestra Señora del Sagrario.
Ese mismo día 5, y aunque no figuraba en el programa de fiestas, fue inaugurada en las Escuelas Aguirre la Exposición de Pintura, Escultura y Fotografía Artística, que organizaron personalidades como Juan Jiménez de Aguilar, Luis Marco Pérez, Bieto, Martínez Pérez, Escobar, Buendía y Compains, algunos de ellos profesores de la Escuela de Artes y Oficios.
Asistieron las primeras autoridades y entre los expositores se encontraban Félix Cócera, pensionado por la Diputación en la Academia de San Fernando; los discípulos de Marco Pérez, Serrano, Bueno y Taboada y otros artistas locales como Eusebio Chuts y Diderot de la Rica (Eduardo de la Rica).
HOMENAJE A LA VEJEZ
Otro acto incluido en las fiestas, digno de destacar, fue el del Homenaje a la Vejez, celebrado el domingo 6 de septiembre en la Diputación, donde pronunciaron sentidas palabras personalidades de ideologías tan dispares como el presidente Salustio Martínez, el alcalde López Malo o el obispo Cruz Laplana, según escribía el destacado periodista José María Portalés. En el acto se entregaron las siguientes pensiones vitalicias de una peseta diaria:
Jerónimo Leal Roda, 92 años, de Minglanilla. Teodoro Fenoto Crespo, 90 años, de Fuertescusa. Paula Salvador, 88 años de Salinas del Manzano. Magdalena Martínez Jiménez, 88 años, de Portalrubio. Juana del Rey Martínez, María Dolores Pemado, 86 años, de Cuenca. Bonificaciones extraordinarias: Rufino García Gómez, 401 pesetas; Antonio Mayor, 401; Marcial Nazarío, 402; Nicanor López, 55,55; Lorenzo Collados, 43,30 pesetas. Los siguientes años también se celebró este acto de homenaje a la Vejez en las fiestas.
Pasadas las fiestas de San Julián de 1931 los diferentes jurados dieron a conocer los resultados de los premios concedidos:
Feria de ganados. Premio al ganado mular: lote propiedad del marqués de Santillana. Ganado asnal: al de propiedad de Gregorio Pérez. Ganado caballar: al de Evaristo García.
Premios de peinados y mantones de manila: Juanita Carralero y María Andrés Núñez. Premios de baile. Primero: Josefa Gómez y Ángel Cora. Segundo: Anita Hernández y Regino Martínez. Tercero: María Vera Culebras y Manuel Culebras Martínez. Batalla de flores. Relata la prensa que el concurso de carrozas engalanadas y batalla de flores y serpentinas se celebró con gran animación presentándose las siguientes: “Pinocho en la Luna”, “Los del Pueblo”, “El Gato Félix”, “Patio Andaluz” y “Caracol”.
Las carrozas fueron realizadas con sumo gusto y eran ocupadas por “bellísimas muchachas”. La ganadora fue la de “Pinocho en la Luna” presentada por Guillermo Fernández. El segundo premio fue para la carroza titulada “Los del Pueblo” en la que aparecía el Castillo de Cuenca y “la histórica Torre de Mangana”, presentada por Luis García. Los terceros premios, al alimón, para “Gato Félix” y “Patio Andaluz”, carrozas presentadas por Pedro Muñoz y José Morales. También se premió, fuera de concurso, al cochecito engalanado con un “caracol”, presentado por Segundo Torremocha.
Ese año no hubo cucañas durante las fiestas al no aparecer el artefacto municipal correspondiente, de ahí que en el pleno del Ayuntamiento del 9 de septiembre, el concejal señor Sánchez insistió en la “busca y captura” de las cucañas y que se coloque una valla y luz en el solar de la plaza del Mercado o plaza de los Carros. El semanario “La Voz de Cuenca” del emblemático 21 de septiembre del republicano 1931, sin citar la vaquilla de San Mateo, abría la edición con este titular: “Se impone declarar Parques Nacionales las Hoces de Cuenca”.
LA PRIMERA ALTERNATIVA EN LA FERIA DE 1932
Las fiestas de 1932, del 4 al 8 de septiembre, contaron con una programación similar, incluyendo “carreras de bicicletas por carretera”, dos partidos de fútbol en el nuevo campo del Sporting construido junto a la plaza de toros, reparto de juguetes a los niños en el Parque de Canalejas (años después Parque del Retiro y San Julián), conciertos de Bandas de Música y la recuperación de las cucañas.
El plato fuerte era la corrida ferial del 6 de septiembre con el anuncio de la mejor terna para ese año 1932: Marcial Lalanda, Manolo Bienvenida y Domingo Ortega. Sin embargo, Marcial Lalanda se “cayó” del cartel al enterarse de un incidente en el desencajonamiento de los toros de Félix Gómez, que tuvo lugar el día 5. El abogado del Estado, Emiliano Gálvez, azuzó a un cabestro con una vara y el animal le acometió lanzándole a gran altura. Trasladado el abogado al Hotel Iberia, éste se encontraba inconsciente en la cama y al verlo el delegado de Hacienda, Salvador Herrera, en ese estado, sufrió una fuerte impresión y falleció repentinamente. Lalanda presentó un parte y fue sustituido por el novillero mexicano Luciano Contreras, que pasó a ser matador de toros en Cuenca, aunque luego renunciaría. Pero esta es otra historia.