Reivindicando un sueño sobre dos ruedas. Prudencio Macías, enfermo de esclerosis múltiple primaria degenerativa, está inmerso en 120 días de viaje en una moto adaptada con la cual recorrerá todo el país para visibilizar y concienciar acerca de esta realidad. El ‘trotamundos’ ha sido recibido hoy miércoles con los máximos honores en la sede de ADEMCU, donde ha contado su caso personal: una emotiva historia de superación y visibilización en pos de miles de personas.
La historia de Prudencio –que suscribe este reto bajo el nombre de PrudEM, por las siglas de la Esclerosis Múltiple– con el proyecto EMbárcate nace de unas conversaciones con su psicólogo, quien animó a este vasco afincado en Málaga a no encerrarse. “Pensé que tenía que hacer algo y fue la persona que me abrió la mente”, relata Prudencio, que reconoce que no se esperaba estar a los pocos días con la fortaleza de recorrer toda España con su moto. Emocionado, recuerda los momentos en los que no podía andar 50 metros sin sentarse, por lo que considera una proeza el embarcarse en esta aventura. “Es algo que quiero hacer por mí y por todos los compañeros de España que están como yo”, transmite.
Precisamente mañana, 16 de noviembre, cumplirá un mes desde que dio comienzo a su particular reto desde Jerez de la Frontera. Desde entonces, explica que ha pasado por 13 provincias con 15 asociaciones distintas, gozando en todas ellas de una acogida maravillosa. No obstante, y momentos después de llegar visiblemente conmovido a Cuenca, cuenta que el de hoy ha sido un día especial. “Alguno me regañará cuando vea estas fotos”, bromea, “pero Cuenca ha sido impresionante porque la sinceridad se palpa en el ambiente, y lo que quiero con este proyecto es contar la verdad”. Algunos de los moteros que ‘escoltaban’ y acogían entre aplausos y abrazos a Pruden, mandándole cariñosas palabras por su valentía, cuentan a este medio que no dudaron en unirse al recibimiento en cuanto conocieron la noticia.
Desde la Asociación de Esclerosis Múltiple de Cuenca –ADEMCU–, señala la presidenta Avelina Hortelano el orgullo que es ver retos de este tipo. “Estoy muy emocionada por ver a este hombre haciendo su camino y viniendo aquí para darnos ánimo. Lo necesitamos tanto él como nosotros”, comunica.
UN PROYECTO HUMILDE CON GRANDES METAS
El reto de Prudencio es una experiencia completa de concienciación, ya que bromea al decir que va “de okupa” a algunas casas, conviviendo con otros enfermos para tratar puntos en común. “Compartimos experiencias juntos. Me estoy retroalimentando y a la vez ellos también se están alimentando de mí: eso me llena de gasolina la moto, aunque tenga mis bajones y mis dolores”, afirma un decidido PrudEM.
Este humilde proyecto, el cual recuerda que es unipersonal y que realiza bajo su propio nombre, está recibiendo el apoyo de distintas asociaciones, aunque hace hincapié en que todavía queda mucho camino por recorrer para darle una visibilidad real a la enfermedad. “Es conocida, pero no del todo. Necesitamos ayudas estatales, locales… siempre en vertical, de arriba abajo, porque todos tenemos que ayudar”, expresa.
Y es que, aunque esta enfermedad sea conocida como “la de las mil caras”, el prefiere llamarla “la de las 55.000 caras”. Hace así alusión a la cifra de afectados en España, cada uno con su cara, su historia, su síntoma y sus problemas. En el mundo, apunta que los números ascienden a 2 millones y medio de afectados.
Relata que, si todo va bien, el 3 de febrero dará por concluida su travesía por todo el panorama. Hasta entonces, con muchos kilómetros por delante que recorrer, ha podido recargar pilas en su pequeña parada en Cuenca, de donde se lleva recuerdos, enseñanzas y muchos ánimos para lo que está por venir. “Este sueño lo voy a cumplir y lo voy a reivindicar”, concluye Prudencio.