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Sanidad

Las consultas pediátricas en los tiempos de la Covid-19

El facultativo Guillermo Chaves cuenta que se está priorizando la atención telemática y, de cara a las salidas de los pequeños, insiste en la distancia de seguridad y el lavado de manos
Las consultas pediátricas en los tiempos de la Covid-19
25/04/2020 - Dolo Cambronero

La cuarentena se ha tragado a los niños. Pero aunque, en principio, la Covid-19 no ha afectado a la población infantil, algunos de los más pequeños siguen precisando acudir a la consulta pediátrica para ser vacunados o ser tratados de otras dolencias más allá del coronavirus. Para evitar contagios, se está atendiendo mayoritariamente a las familias vía telemática y se han establecido dos áreas, una de ellas de las llamadas zonas limpias, para el reconocimiento de aquellos que necesiten acudir de forma presencial al centro sanitario.

El pediatra Guillermo Chaves Díaz, del Centro de Salud I de Cuenca, en el barrio de San Antón, explica que casi toda la atención y la resolución de dudas la están haciendo de forma telemática. “Aunque era una cosa que yo tenía muy rodada. Mis pacientes tienen mi correo desde hace años. No me ha cambiado mucho la situación”.

A su juicio, se ha extendido algo que “debería estar funcionando desde hace mucho tiempo, que es la consulta médica telemática”. “Hay cosas para las que no es necesario venir”, indica, precisando que ahora se está evitando que las familias acudan a la consulta “por cosas banales” puesto que uno de los “focos de contagio” pueden ser los centros y el personal sanitarios. “Cuanto menos salgamos, mejor”, recuerda.

No obstante, sí se está cumpliendo el calendario de vacunas, siguiendo las recomendaciones del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) y del comité asesor de Vacuna de la Asociación Española de Pediatría.

De esta manera, se están poniendo las vacunas del calendario oficial de Castilla-La Mancha hasta los 15 meses. “No sea que nos encontremos con un problema de epidemia de, por ejemplo, sarampión cuando los niños vuelvan a salir y estar en contacto con otros. Son primeras dosis de vacuna y son necesarias. Somos muy estrictos para que vengan”, recalca.

“Los más pequeñitos, de dos y cuatro meses, tienen que estar vacunados de tosferina, de tétanos… para que no haya después un problema mayor y, además del coronavirus, tengamos enfermedades que ya no hay”, precisa.

No obstante, matiza que intentan que los pacientes estén el menor tiempo posible en la consulta y las citas son muy separadas para evitar que se crucen por los pasillos del centro de salud.

En cuanto a las vacunas de recuerdo de los cuatro y seis años, de momento se están retrasando porque no hay problema en demorarlas algún tiempo porque los niños ya fueron vacunados cuando era más pequeños y desarrollaron inmunidad. No obstante, este pediatra reconoce que habrá que ver cómo evoluciona la situación porque tampoco se puede postergar indefinidamente la administración de estas nuevas dosis.

“Ahora no hay jaleos en las consultas”, asegura Chaves Díaz, por lo que añade que, cuando los niños puedan ir empezando a salir y la situación se vaya normalizando, igual se podría comenzar a citarlos pero muy espaciadamente “para que no coincidan en la sala de espera”.

En el área de Pediatría, se han diferenciado dos zonas: una limpia, que es donde se ve a los recién nacidos, se hacen las revisiones y se ponen las vacunas. “Son niños a priori sanos”, sostiene.

Si vienen a la consulta con un cuadro respiratorio, van a otra zona, donde se extreman las medidas de protección por si hubiera algún contagiado.

“La gente se está portando muy bien. Cuando vienen a consulta es porque el niño lleva tres días con fiebre y con cuadro respiratorio”, afirma.

“Cuadros graves no me he encontrado”, cuenta, aunque puntualiza que sí se han tenido que hospitalizar a algunos pacientes pero otras dolencias al margen de la Covid-19.

No obstante, reconoce que sí ha encontrado casos “sospechosos” de este tipo de coronavirus, aunque con síntomas muy leves compatibles con la Covid-19, pero que levantaban la alarma sobre todo cuando los padres eran positivos.

En cuanto a un futuro incierto, este facultativo cree que el problema que hay ahora en los hospitales se puede traspasar después a Atención Primaria: “Hasta ahora muy bien, pero todo lo retrasado, habrá que atenderlo. Cuando volvamos a la normalidad, a ver cómo funcionamos”.

"Llevar mascarilla es solo una medida más pero hay que insistir en lo que es más importante: que mantengan la distancia de al menos dos metros con otras personas, lavado de manos frecuente o uso de geles hidroalcohólicos y evitar tocarse la cara”

Este médico envía todas las semanas un correo a las familias con cuestiones de interés pediátrico y esta se ha esperado a hacerlo hasta que el Gobierno central concretara cómo podría ser la salida de los niños a la calle. En este punto, Chaves Díaz apunta que respalda la decisión de que los más pequeños puedan dar paseos frente a la posibilidad de acompañar a los adultos a hacer compras o ir al banco, "donde es más difícil que no toquen nada" y que había sido la primera opción del Ejecutivo, aunque acabó rectificando.

En relación con las mascarillas, en el correo, en el que también incluye enlaces de interés sobre esta cuestión, explica a las familias que las de fabricación casera sirven para evitar el paso de virus del niño a otras personas pero no evitan el contagio al que la lleva.

“Por eso, llevar mascarilla es solo una medida más pero hay que insistir en lo que es más importante: que mantengan la distancia de al menos dos metros con otras personas, lavado de manos frecuente o uso de geles hidroalcohólicos y evitar tocarse la cara”, precisa.

Además, recomienda que, si la mascarilla molesta al niño, sobre todo en los de menos de tres años, y hace que se toque más la cara, “es mejor que no la lleve”.

Insiste en que es muy importante que las mascarillas vayan bien sujetas y cubran nariz, boca y barbilla. “Si no es así, pierden efectividad. No hay que tocarla y se debe quitar con precaución. Por eso es difícil que un niño menor de tres años la lleve correctamente pero siempre depende del pequeño en particular. Hay niños muy listos y sensatos, más que adultos”, considera.

En el correo, también indica a las familias que “los niños pueden ir sin mascarillas si mantienen la distancia de al menos dos metros” aunque recalca que sí deberían llevarla en sitios cerrados.

Y hace otra última advertencia: “Hay que tener claro que no pueden salir a la calle los niños enfermos, es decir, aquellos que tengan fiebre, tos, rinitis, diarrea, vómitos...”.

Capacidad de adaptación de los niños

“Yo creo que los niños no dan problemas. Dan más los adultos”, sostiene. “En la consulta, son disciplinados en general. Con normas claras de los padres, si les dicen que no toquen el columpio o que no abracen a otro niño si se cruzan con amigos suyos, lo van a hacer”, considera.

No obstante, en relación con el confinamiento, que ha sido total para los más pequeños durante este último mes, Chaves Díaz destaca que “los niños tienen una capacidad de adaptación tremenda”.

“Aunque también depende de donde vivas. No es lo mismo estar en una casa con jardín que en una de 40 o 50 metros cuadrados y con mucha gente. Pensamos en esos niños, que son los que tienen necesidad de salir”, matiza.

De formas formas, apunta que las familias no le están transmitiendo grandes problemas en relación con la cuarentena de los niños, aunque reconoce que “las condiciones sociales y económicas, si son duras, lo son todavía más en época de confinamiento”.

“Nos adaptamos siempre peor los adultos. De los niños, no tengo ninguna duda de que lo van a hacer bien”, anima, aprovechando para pedir a sus progenitores “sentido común” durante estos días.