El Villar de Domingo García luce página web
Este municipio está enclavado en La Alcarria Conquense y encierra entre su caserío una vecindad excepcional donde el paisanaje se hace viral, gracias a la generosidad y hospitalidad de sus gentes.
Acostumbrado a “sacar pan de las piedras” por ser terreno de difícil cultivo, incluso a mantener sus particulares cosechas de vino, entre cepas centenarias y cuevas de hondo y recio sabor popular, ha hecho que los naturales del lugar sean gente de “buen talante”, amantes de festear en sus patronales, alardear de buenas verbenas, mantener las tradiciones de antaño y consolidar su devoción a ese Cristo Yacente que da vida a una de las Hermandades más antiguas de toda la provincia de Cuenca: la Vera Cruz.
El Villar de Domingo García, nacido en tiempos de repoblación cristiana, allá en el siglo XIII, gracias a la donación del Obispo García, y envalentonado en sus hechos históricos en los que participase –Comunidades de Castilla, Guerra de la Independencia, Guerras Carlistas o Guerra del 36–, ha sabido mantener vivo el espíritu del honesto labrador, ganadero o azafranero.
235 habitantes según el censo actual y 2 habitantes por metro cuadrado en su densidad de población, hacen del lugar, rincón de vida cómodo, fácil y acertado.
Unos 77 kilómetros metros cuadrados de superficie en su término municipal, a 938 sobre el nivel del mar en su altitud, aireado por buenos vientos, saludables y limpios, limitado por Olmedilla de Eliz, Arrancacepas, Torralba y Castillo de Albaráñez, con el Bar Goyo y Bar la Plaza, Ayuntamiento remozado, calles arregladas y sus fiestas romanas en torno a la excepcional Villa de Noheda, tesoro actual de los yacimientos regionales, que hacen de este lugar, punto de encuentro para convivir y sentir el peso del paisanaje.
Si te acercas y puedes visitar el Pósito de grano, actualmente Centro de Interpretación de la Villa Romana de Noheda y te encuentras con su alcalde actual, Javier Parrilla, podrás conocer algunas de las excelencias de este lugar.
La Posada de Villar de Domingo García proviene del siglo XVI y ha estado funcionando hasta hace unos pocos años. Está en la plaza del pueblo, casona de dos plantas y altillo y era el lugar ideal de descanso y de camino en su recorrido. Abajo, los carruajes hacían su descanso una vez atravesado el portón de entrada, a los lados su cuadra y la cocina, para subir a la planta de arriba donde te esperaban confortables habitaciones.
Por qué no, Alonso Quijano, el Don Quijote cervantino, pudo descansar aquí camino de Priego, por eso de andar y andar; o por qué no, su fiel Sancho, diese con buen pellejo de este buen vino que por aquí se hace.
La iglesia parroquial, iniciada en el XVI y potenciada en el XVII, es bella y sólida. Tiene planta de salón con tres naves, poco común en estas localidades, bellos retablos barrocos del siglo XVIII, con columnas salomónicas en las laterales y un retablo precioso de estilo neoclásico en la nave central. Además conserva algunas tallas de valor, como el Cristo en la Cruz y San Miguel.
La Virgen de la Asunción es la que da nombre a esa bella parroquial que tiene una esbelta torre reformada en el siglo XX, robusta y visible desde todos los puntos del pueblo.
El conjunto de cuevas-bodega en las afueras del lugar, excavadas a lo largo de la ladera de un cerro paralelo al camino del “Rebollillo”, alcanzando el centenar donde aún podemos apreciar su interior, en muchos casos abandonado y en otros, preparado para hacer esas meriendas que tanta fama dieron a este acogedor lugar de nuestra Alcarria, le dan sabor popular.
Yo me siento bien cuando voy, uno más entre sus gentes, donde comparto fiestas, alegrías y buen comer, y donde me reciben mis sobrinos y amigos, muchos, que hacen agradable cualquier tarde, sea festiva o de paso. Su patrona, la Virgen del Rosario, el cuarto fin de semana de agosto, con toros, bailes y comilonas, de esas que nunca se olvidan. Visítenlo.