En Sigüenza se hablará de Cuenca
La celebración del 48 Congreso Nacional de Cronistas Oficiales de España en Sigüenza, permitirá que un servidor, como cronista de la ciudad, pueda poner en valor las bondades de nuestra ciudad en Patrimonio, Historia y Gastronomía.
Sin duda, será una oportunidad extraordinaria para que conozcan mucho más la riqueza histórica que encierra nuestra ciudad, sin olvidar los valores naturales que las Hoces, las rocas dolomías y los paseos entre los ríos Huécar y Júcar, ofrecen y así provocar todavía más sinergias de apoyo y de visitas hacia ese Turismo que tanto ha crecido en estos últimos años.
Elegir Sigüenza como sede del cuarenta y ocho Encuentro Nacional de Cronistas Oficiales ha sido casual y causal. Por un lado, esta ciudad castellano manchega se ha postulado, junto a Atienza, como candidata a Ciudad Patrimonio en la UNESCO, y uno de los mecanismos que se suelen utilizar para potenciar la candidatura es, sin duda, realizar Congresos de corte nacional e internacional, y así potenciar su puesta en valor. Y por otro lado, porque su Ayuntamiento y su cronista oficial Pilar Taboada, han apostado por ofrecer esta ciudad y su magnífico paisaje urbano patrimonial como bello decorado a los trabajos de los cronistas de España y también, de México, que este año volverán a estar en nuestras actividades.
Mi trabajo como representante de Cuenca será ofrecer ese Camino de Santiago o Ruta de la Lana, que nos une y que nos permite compartir geografía alcarreña, lugares con románico en sus iglesias, yacimientos romanos, minas y salinas, así como baños medievales, y de esta manera unir o estrechar esos lazos históricos que dos núcleos poderosos como Cuenca y Sigüenza pueden ofrecen en su caminar conjunto.
Por otro lado, aquella reina inglesa de nombre Leonor, casada con nuestro querido rey Alfonso VIII, fue la “culpable” de iniciar la construcción de la catedral conquense cuando aún no había en toda Castilla, edificio catedralicio alguno.
Pero, esa gran hazaña que debemos a nuestra insigne reina es también punto de unión con Sigüenza, ya que la catedral de Cuenca sería la primera del gótico castellano y Sigüenza sería la segunda de ese mismo estilo. Dos grandes razones para que nuestras ciudades estén hermanadas, en historia, cultura, patrimonio y paisanaje.
Pero es que si seguimos analizando paradojas o más bien, elementos comunes que nos identifiquen como ciudades hermanas, podríamos hablar de los obispos que la rigieron, o de aquellos primeros pobladores, en Sigüenza los arévacos y en Cuenca, los lobetanos, o tal vez, los olcades como afirman algunos investigadores.
Luego la historia islámica, la que hizo crecer alcazabas y murallas, la que bajo la Marca Media postuló poderosos reductos, los mismos que tuvo que ganar el esforzado rey castellano don Alfonso el octavo.
Y que un río les define, en aquella, el Henares y en ésta, el Júcar; o tal vez, la Aquitania como región francesa, bien representada en Sigüenza por el obispo Bernardo de Agén y en Cuenca, por Leonor de Plantagenet, aquitanos de raíz y de estirpe.
Los Mendoza, como apellido ilustre llegado del norte de la península, tuvo en la capital alcarreña al cardenal Mendoza cuando concediese esa Bula para Juan López y la Universidad en el siglo XV; y en nuestra tierra conquense, los Mendozas, unidos a los Hurtado, fueron Guardas Mayores de la ciudad y marqueses de Cañete.
Bastantes similitudes que nos hacen sentir un camino paralelo para además, creer en un futuro mejor, basado en el patrimonio, en los proyectos de futuro o en las solemnidades del pasado.
Pues bien, amigos, de una u otra manera, he querido traer a mi columna, la posibilidad de conocer como estos días, hoy, mañana y pasado domingo, Cuenca estará allí bien representada y se hablará de ella y se hará unión entre el peso de la historia y la semblanza de ser ambos lugares, castellano manchegos de autonomía, región que define nuestros deseos de desarrollo y progreso.