San Clemente hace valer su patrimonio como riqueza turística
Una estupenda idea ha surgido desde la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de esta localidad manchega junto con la Radio local Onda San Clemente. Se trata de una Gymkana turística digital para que cualquier visitante que se acerque a la localidad, incluso los mismos vecinos, puedan realizar un recorrido por la Historia y Tradiciones de este lugar emblemático y de una forma innovadora conocer todos cuantos rincones y edificios han enriquecido su patrimonio monumental y costumbrista.
La empresa www.guiaventuras.com es la encargada de coordinar la visita siguiendo una serie de puntos determinados en un itinerario definido donde todos los numerosos edificios de esta villa histórica tendrán cabida. Para ello, se usará simplemente el teléfono móvil del interesado, el cual podrá contestar a una pregunta, escanenado el código QR del cartel diseñado a tal efecto, buscar la gymkana en la plataforma citada por medio de un enlace que ofrece el propio Ayuntamiento (Oficina de Turismo).
Un audio te lo describe en inglés y español después que el viajero haya acertado una pregunta curiosa y así poder continuar con el recorrido en un entretenido viaje de ocio y aprendizaje.
Sin duda, una atrevida y pionera apuesta turística de una localidad que, por sí misma, te ofrece una alta variedad en historia, cultura, gastronomía y arte.
Y como en mí es habitual y siguiendo los cánones que me ayudan a divulgar nuestra riqueza, relato unas pinceladas de su historia como homenaje a esta localidad de la Mancha Conquense.
“Dicen las gentes que antaño, cuando el sentimiento era más común por proximidad y creencia, que corretear por el Barrio del Remedio, arrabal señero, acercarte a la aldea de Perona con su treintena de edificios, ir a esa fortaleza-caserío de Santiago de la Torre, la que tanto misterio sigue encerrando entre sus muros de historia o tomar un refrigerio en la posada de la Venta del Pinar, provocaba al visitante esa fuente de admiración y hacía sentir al vecino un profundo eco de sentimiento.
No sé si sería conveniente volver a contar la historia, porque bien escrita está, pero hay algo en este caserío que te obliga a ello. Nos cuentan que, posiblemente, su primitivo origen estuviera al lado del río Rus, afluente del Záncara; no se conoce a ciencia cierta si pudo haber algún resto fortificado de origen islámico en ese lugar donde después se levantaría la ermita a su adorada Virgen.
Aparece en la historia, la figura de Clemente Pérez de Rus, el que diera nombre al primer poblado, primero lugar de paso y luego, núcleo poderoso de población.
Uno tiene que llegar a él y analizar a paso de tortuga sus monumentos. Podríamos empezar por los solemnes edificios de aquellos hospitales de Nuestra Señora de la Concepción y el de Santiago para mujeres pobres, o el de San Sebastián para peregrinos y mendigos, los que llegaban buscando la moneda sobrante del nombre aquí afincado. Después, podríamos recostar nuestro ego en esos caserones conventuales, tal cual el de Franciscanos, del Carmen, Trinitarias y Clarisas, buscar refugio en el que fuera Casa Real sin duda o aprender en los Estudios de la enrevesada Compañía de Jesús.
Pero no queda ahí la cosa, porque San Clemente, nacida en el Medievo y crecida en el Renacimiento es una de las mejores villas conservadas de toda La Mancha. Y lo es, por su maravillosa plaza mayor donde la parroquial, el antiguo ayuntamiento –ahora sede de la Fundación de Arte, Antonio Pérez, o la nueva sede municipal te embaucan en la historia, en la leyenda o en la modernidad. San Clemente fue sede importante del marquesado de Villena, cruce de caminos y parte de ese viaje quijotesco cuando Alonso Quijano y Sancho Panza visitaron la Torre Vieja. Aquí se administraron veintisiete villas por el Corregidor del marquesado de Villena y aquí tuvieron a bien venir los Reyes Católicos en el 1488 a rendir honores por su valor y apoyo”.