Un libro, el mejor regalo en Mota del Cuervo
Ricardo Díez, en el País, nos decía que “un libro, es la esperanza del futuro” ante los retos, las controversias y los desafíos de nuestra sociedad en estos momentos trascendentes de incertidumbre política, desigualdad social y renglones torcidos en la Europa unida.
Y eso mismo han debido pensar en la localidad manchega de Mota del Cuervo, cuando desde la Biblioteca Municipal, en colaboración con la concejalía de Educación y Cultura han propuesto Lectura y Solidaridad como premisas de Navidad o de momentos previos a la Navidad. Una iniciativa que aplaudo y que apoyo, teniendo en cuenta que soy “aprendiz de escritor” y que además, he sido un peón más de esa Educación hacia los demás, hacia una sociedad del aprendizaje.
Recordemos aquella frase del hidalgo manchego cuando al buen Sancho le expresó “amigo, el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.
Mota del Cuervo, la ciudad de los molinos, posiblemente la que aplicase Cervantes en su página de los gigantes, ha puesto en marcha la tercera campaña “un libro…el mejor regalo”, con la intención de fomentar la lectura y apoyar el comercio local, y que consiste en el sorteo de 300 euros para la adquisición de libros en librerías locales. Por cada libro que se compre en cada uno de estos establecimientos, entre el 2 de diciembre y el 5 de enero, se obtendrá una participación. El 11 de enero se sortearán los tres vales de 100 euros entre todos los participantes.
Y para completar esta noticia, qué menos que hablar del lugar, un poco de su historia, de sus peculiaridades del pasado, porque en todo libro puede aparecer contada esa parte de nuestra historia personal. En la Mota anduvo el Quijote y en La Mota la Orden de Santiago tuvo feudo, castillo y solar. Por eso, también hay camino de Santiago.
Mota, la del Cuervo, siempre estuvo a mitad de camino. Si los Pacheco de Belmonte hicieron fuerte señorío, la Mota quedó entre su poder y la Orden de Santiago y un poco después, a tiempo trasnochado pasaría a ser Álcazar de San Juan la que anduvo más a tino dejando a la del Cuervo siempre más relegada.
Sin ahondar en su rica historia, el lugar alcanzó solera en tiempos de la Edad Moderna, cuando ya sus aldeas eran ricas en población y no tan despobladas como ahora. Del surco del Záncara, un poco más abajo, los caseríos de Manjavacas, Casas de Castaño, Giminillo, Viuda, Sancho Gómez, Oyuelas, Hero Concejo, cultivaban cereal en grandes hazadas, luego otros lugares, como las Casas del Castillo, las Casas del Monte, Huerta de Rabosero y las Quinterías de Guevara y de la Viuda, reunían labores agrícolas bien contadas.
Está claro que aquí Sancho hizo saber esa tradición de la Fiesta del Pepino, que en época estival bien hacen los jovenzuelos en estos tiempos de ahora; pero también supo eso de las Garganteras al bautizar a los niños o la famosa fiesta de Cantar la Llueca merendando el bollo. Aquí, donde nacieron algún que otro Prior de la Orden cuando estaba en Uclés, tal cual Juan de Becerra.
Este afamado lugar de una Mancha poderosa, siempre demostró alta devoción entre sus gentes y bien lo demuestran: La Cofradía del Santo Entierro, Cofradía del Santísimo, Cabildo de San Pedro, Pósito de pobres, Cofradía de la Vera Cruz, Obra Pía de Juan Díaz, Hospital y Santo Cristo, Patronato de Juan Sánchez Nieto, Ánimas, patronato de Juan del Vado, Cofradía de Pastores, Maritandas de Llanos.
Además de ello, prueba serán sus ermitas como las de San Sebastián, Manjavacas, San Sebastián el Santo y Santa Rita, herederas de aquellas otras muchas que en tiempos hubo. Al lado, su parroquial, dedicada a San Miguel Arcángel, con orfebrería y aljarfes del bajo Coro digno de alabanza.
Ahora, es el libro el protagonista y eso define esperanza por mejorar como sociedad, por aprender y por creer en la cultura como camino de progreso. Enhorabuena.