En Casas de Benítez el senderismo abrió camino
El pasado 9 de este mes, en la aldea de El Carmen, de la localidad de Casas de Benitez se iniciaba el Circuito de Senderismo de la Diputación Provincial, correspondiente a este 2025.
Un proyecto consolidado que está potenciando numerosos valores, no solo mediomabientales sino saludables y educativos, enriqueciendo a todos cuantos desean participar en una actividad que está teniendo numeroso éxito de asistencia.
Se realizó por el PR-Cu 82 “Tierras de Catalina Cardona”, en la citada aldea, inaugurando el citado sendero con la entrega al promotor del Certificado de Homologación, a cargo de la Federación de Deportes de Montaña de Castilla La Mancha. Fue un bonito acto.
Sin duda, los ciento cincuenta participantes conocieron, no solamente el sendero recientemente señalizado, sino la figura histórica de esta mujer Catalina, que da nombre al mismo y que siendo noble carmelitana decidió afrontar una vida de eremita en lugar de seguir los caminos de Santa Teresa de Jesús. Aquí, sintió la llamada de Dios y en ese lugar, dedicó toda su vida a la oración y a la ayuda a los necesitados.
Son doce kilómetros de escaso desnivel los que conforman este trazado que están distribuidos entre la ribera del río Júcar y el trasvase Tajo-Segura visitando algunos lugares de interés paisajístico y monumental como es caso del palacio de los Gosálvez y la cueva de Catalina de Cardona.
Siguiendo mi costumbre, expongo a continuación unas breves pinceladas de la historia de Casas de Benitez:
“Pueblo de repoblación cristiana, como tantos y tantos otros de nuestra provincia. Su nombre, la de un potentado terrateniente que ayudase a repoblar estas tierras. El Júcar, padre de los ríos de la zona conquense, discurre por aquí, lento en su caminar, haciendo caudal importante que conjuga en un trasvase de obra y en este lugar, dependencia que fuera, como tantos otros, de Bala de Rey o Vara de Rey.
En esta Tierra, los caseríos son siempre abundantes, aportando mayor riqueza a su jurisdicción. Dice Madoz que por aquí hay que contar varios como: Lora, el caserío del Carmen, el de las Casas del pastor, el del Hidalgo, los molinos harineros, las Huertas del Concejo, los Nuevos y Batanejo. En su término, también, las Casas de Ruedo y de Villalva y los Cubos de Romero.
Sin embargo, los nombres de aldeas, despoblados y caseríos bailan según las fuentes históricas, porque si bien, en otros medios nos significan apellido, labor o geografía: Casa de labor de Gamboa, la Losa, la del Puente de don Juan y el Peñón, otras simplemente aluden al término. Lo cierto es, que sean unas, otras o todas, este territorio es rico en población diseminada y ello lo acredita su buena tierra para el cultivo. De todas ellas, yo me quedaría con esa del Puente de don Juan y lo es por su palacete de corte versallesco llamado El Jardín, construido en el XIX y cerca de Villalgordo del Júcar. En él se dice que hubo costumbre de realizar importantes fiestas, que hay leyenda y desde luego, entorno de fantasía. Pero hacia el sur, encontramos también la citada aldea del Carmen con su Cueva de doña Catalina de Cardona, declarada monumento nacional. Allí está, el Carmen, con su capilla pequeña, rudimentaria y muy alargada con porche de entrada y al final su camarín de la Virgen del Carmen, tipo Olot, enmarcada con adornos de rocalla. Curiosa. Como recuerdo de su parroquial, la pila bautismal de gallones, de estilo románico, con ese fondo de cadena con eslabones”.
