Arte contra la despoblación
Hacer visible el grave problema de despoblación que aqueja al medio rural español y particularmente la zona de la Alcarria conquense, que, con una densidad de población de dos habitantes por kilómetro cuadrado, es conocida como la Laponia del Sur. Ese es el principal reto que se ha marcado el Ayuntamiento de Guadamejud, localidad que, con una densidad poblacional de 1,2 habitantes por kilómetro cuadrado, cuenta con 26 habitantes censados a 31 de diciembre de 2017 y ha tenido una idea para luchar contra este fenómeno en aumento: dejarlo plasmado en la fachada consistorial a través de una obra de arte urbano.
Según explica el alcalde, Julián Rodríguez, la intención es que el trabajo final sea “impactante, reivindicativo, respetuoso, que tenga frescura y transmita denuncia social”, todo ello dando plena libertad de expresión al artista.
Tras admitir que es una iniciativa que llevan “tiempo sopesando”, el regidor asegura que, de momento, se barajan dos nombres para dar forma a este sueño, aunque se muestra incluso “abierto a que cualquier artista haga llegar su proyecto y su presupuesto”, sin descartar tampoco a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Castilla-La Mancha.
La pared sobre la que se desarrollará el trabajo de neomuralismo es completamente lisa y forma parte de un edificio construido en los años sesenta y que actualmente alberga el salón de plenos, el despacho de Alcaldía, el bar-centro social, el consultorio médico y la sala de espera.
“Tiene varios huecos de ventanas y un balcón que el encargado final de la obra sabrá integrar en la misma”, asevera, calculando una superficie final total de aproximadamente setenta metros cuadrados.
La intención es que el trabajo final sea impactante, reivindicativo, respetuoso, que tenga frescura y transmita denuncia social
Para ejecutar el proyecto serían necesarios, según sus cálculos, un mínimo de 1.000 euros, pero, dado que el presupuesto anual de Portalrubio para atender todas las necesidades del municipio es, según precisa Rodríguez, inferior al salario de un alcalde de cualquier capital de provincia “y aproximadamente la mitad del sueldo de la alcaldesa de Madrid”, la Asociación Cultural de Portalrubio ha decidido lanzar una campaña de micromecenazgo a través de la web leetchi.com.
“Resulta triste y lamentable, a la vez que escandaloso, que no tengamos dinero ni siquiera para afrontar la pintura de la fachada del Ayuntamiento”, lamenta, mostrándose, sin embargo, orgulloso, de que, a falta de casi dos meses para el cierre del plazo, hayan logrado reunirse más de 200 euros.
Si cumplen antes los objetivos, “todo se puede adelantar, pero si no se cumplen, el proyecto morirá antes de haber nacido”. “Yendo todo en su cauce normal, esperamos que esté listo para el verano”, adelanta, al tiempo que comenta que el artista que se encargue finalmente de la obra “no tendrá límite de tiempo” para desarrollarla.
“No estamos haciendo un concurso oficial con unas bases y unos compromisos. Lo único que está a nuestra disposición de manera completamente gratuita es el tiempo”, espeta.
Para participar en este proyecto que rescate “del olvido” a la localidad no existe ni una aportación mínima ni máxima, según puntualiza el regidor, quien no cree que esta iniciativa “tenga efecto directo sobre el gravísimo problema de la despoblación”, ya que es consciente de que un mural no tiene capacidad para revertir una tendencia que comenzó en la década de los cincuenta del siglo pasado hasta alcanzar un “punto de no retorno”.
Así las cosas, el municipio forma para, según el regidor, de “una España que dentro de veinte años no existirá ni siquiera en los libros de texto”, razón por la cual lo único que pretenden sus vecinos es “levantar la voz, que se les oiga y que las generaciones venideras sepan que un día hubo pueblos y mundo rural que, por diversas circunstancias, desapareció”.
Para evitarlo, “tal vez sea necesaria una política de repoblación como la que se hizo en Castilla en la Edad Media o como la que hizo Carlos III llevando alemanes a la provincia de Jaén”, aventura.
“En todo caso”, la localidad desea que el mural “sirva para levantar la voz” a la vez que se convierte en instrumento para que la sociedad “tome conciencia de que el mundo rural está abocado a la total desaparición”.
Con muro o sin él, el futuro de Portalrubio depende “por completo” de los planes de obras y servicios de la Diputación Provincial de Cuenca, que, según el primer edil, “es la institución que verdaderamente está comprometida en todo lo que planteamos”.
De otro lado, considera “de agradecer” el “dinamismo” con el que trabaja la Asociación Cultural. “Su directiva está permanentemente implicada en organizar actividades para que la población satélite no pierda las raíces con sus orígenes, al tiempo que provocan la ruptura de la monotonía de los pocos que quedan en el pueblo”, resuelve.
Portalrubio desea que el mural sirva para levantar la voz sobre el oscuro futuro de la AlcarriaINSPIRACIÓN
El mural de Portalrubio de Guadamejud está inspirado en iniciativas como el Museo Inacabado de Arte Urbano de la localidad castellonense de Fanzara, de apenas 300 habitantes y cuya alcaldesa, Ana Pastor, admite el incremento en la afluencia de turistas que ha supuesto convertirse en la “capital del grafiti”, según algunas voces.
“Se ha notado muchísimo”, agrega, aseverando que son necesarias “unas cuantas horas” para poder visitar todas las pinturas que hay repartidas por este pequeño municipio cuyos negocios han “vuelto a la vida” gracias a la iniciativa de un grupo de vecinos que, en 2014, idearon este museo inacabado como forma de “reconciliar” a los vecinos tras los desencuentros surgidos a raíz de un vertedero.
El proyecto de arte urbano de Portalrubio no es el primero que existe en la provincia, ya que los grafitis han “revitalizado” municipios como Las Mesas o Mota del Cuervo gracias a La Mancha Colors, iniciativa dirigida por el artista muralista Pedro Antonio Prados, Freskales, que ideó esta plataforma artística hace cuatro años con la misión de crear un itinerario con el que “llevar este arte a nuestra provincia y región”.
En su travesía ha logrado involucrar a muchos artistas internacionales de referencia que, en el marco del festival de arte urbano homónimo, han tenido la oportunidad de realizar intervenciones murales en estos municipios, que se han convertido en el escenario perfecto sobre el que dar rienda suelta a su creatividad con la complicidad de todo el vecindario, ya que los lugareños han cedido sus paredes, pero también “estaban pendientes de los artistas e incluso les guardaban las pinturas”, sostiene.
Freskales ofrece un arte “muy colorista”, cargado de simbolismo, en contraposición al trasfondo de este fenómeno de la despoblación sobre el que cree urgente realizar una llamada de atención.
Este artista del neomuralismo trabaja con pintura plástica y acrílico en aerosol, y admite que resulta “llamativo que se realice un mural sobre una fachada de un Ayuntamiento”. Un proyecto auspiciado por un pequeño municipio, por lo que, ha admitido, “también hay que tener un compromiso con lo que quieren llegar a hacer, porque no es un encargo porque sí”.
“Es algo que van a realizar para llamar la atención, para lanzar un mensaje” que, dice, le parece “muy bonito”.
Y para lograr ese cometido el arte se revela, a su juicio, como una gran herramienta, dado que facilita que dicho mensaje “llegue a más gente y cale más”, puesto que cualquier disciplina artística “puede transmitir mucho”.
Entre sus planes de futuro, Freskales no descarta extender su mancha de colores por toda la Alcarria para revitalizar sectores como el turístico, que, afirma se ha beneficiado mucho con los proyectos de Las Mesas o Mota del Cuervo, por lo que su plan podría “ayudar mucho” a esta zona tan desfavorecida de la provincia de Cuenca.
MIAU
Como ejemplo, Freskales pone el Museo Inacabado de Arte Urbano de la localidad castellonense de Fanzara, en la comarca del Alto Mijares y que ha logrado situarse en el mapa internacional gracias a este proyecto artístico que arrancó en paralelo a La Mancha Colors con el objetivo de “recuperar la convivencia” vecinal tras las desavenencias surgidas en torno a la instalación de un vertedero en la localidad, según explica el presidente de la asociación, Javier López.
“De eso estamos contentos, lo que no teníamos previsto era todo lo demás”, asevera. Y en ese “todo lo demás” incluye a los 63 artistas muralistas llegados desde varios rincones del mundo y que, a lo largo de estos años, con sus 144 grafitis, han llenado de esperanza no solo los muros del municipio, sino también la vida de los lugareños.
