"El sentimiento nazareno conquense es muy profundo, impresiona"
Jesús Soriano es un hombre valiente. Al menos, eso es lo que dice de él su Cartel de Semana Santa, una obra pictórica arriesgada, toda vez que ha elegido el camino de la abstracción para expresar lo que significa para él la representación de la Pasión en Cuenca. Optimista casi patológico, como él mismo se define, en los días que lleva como Cartelista ha tenido la oportunidad de saber qué se siente cuando todos los ojos nazarenos están puestos sobre ti y tu obra. Ésta es la vivencia del Cartelista de la Semana Santa de Cuenca de 2018.
¿Cuál es la idea principal de tu Cartel? ¿Qué transmite?
El Cartel, en principio, está planteado para un concurso. Lo que intenté transmitir fue, de una forma bastante libre, todo lo que yo sentía y recordaba de mi participación en la Semana Santa de Cuenca. Mi Cartel es la síntesis de todos esos recuerdos y sentimientos que uno tiene cuando es nazareno y participa en la Semana Santa de una manera directa, cuando uno se implica. Y cuando uno lo hace desde pequeño, todas esas vivencias se quedan mucho más marcadas. Yo hablaba en la presentación de esos primeros momentos, de cuando uno se coloca el capuz, de esos momentos en los que sientes esas emociones tan profundas y tan hacia adentro de tu persona. En esos momentos, tú vas abstrayéndote de todos los agentes externos que te distorsionan un poco, del ruido de la sociedad. Es un momento de recogimiento, que se potencia por la profundidad que te da el vivir esos momentos en las primeras veces. Traducir eso a una obra plástica es muy difícil, por eso he planteado elementos más explícitos, como pueden ser los trazos de primer plano, y otro elemento más ambiguo, haciendo participar al espectador para que no se supiese muy bien lo que pasa en el fondo. Es una luz que cada uno puede interpretar de manera distinta.
¿Cómo está siendo la experiencia de ser Cartelista? ¿Cómo lo estás viviendo?
Pues yo fenomenal, la verdad. Con mucha ilusión. Siempre que puedo estoy acudiendo a todos los eventos a los que me invitan y que puedo cuadrar por trabajo, así que, la verdad es que muy bien. Para mi está siendo una experiencia totalmente nueva. Desde la JdC me están tratando de una manera exquisita. Y, en general, todo el mundo está siendo muy correcto. Hay gente a la que le ha gustado, hay gente que menos, pero sí que estoy viendo que la gente es muy cariñosa. Y yo estoy encantado.
La respuesta de la gente está siendo masiva: eres el Cartelista que más carteles ha firmado en el Museo de Semana Santa. ¿Cómo fue ese momento?
Para mi fue muy especial. Ver que había gente esperando para que le firmara fue muy especial. Hubo un chico, por ejemplo, que estuvo esperando un par de horas para conseguir la firma, y que me dijo que le había encantado. Y así hubo bastante gente. Me sentí un poquito abrumado, incluso hubo una señora que me llevó un regalo, un marcapáginas con un texto precioso. Se lo agradecí mucho y espero haber sabido corresponder todo el cariño que me dio. Y a todos los que vinieron. Yo intenté, de alguna manera, ser lo más personal posible en las dedicatorias, pero al final se me acababan las ideas, porque hubo un montón de firmas. Para que te hagas una idea, había tanta gente que estuvimos media hora después de la hora oficial de cierre del Museo y saltaba la alarma, así que nos tuvimos que subir a la Plaza Mayor y allí seguí firmando. En la Plaza, además, me reconoció una señora que estaba tomando una cerveza en una de las terrazas y mandó al marido a la casa para que me enseñara que tiene el Cartel enmarcado. Para mi, fue una maravilla.
¿Cómo vivirás la Semana Santa este año?
Pues supongo que desde otra perspectiva. No sé si podré salir con mi hermandad, porque tengo obligaciones y no siempre puedo llegar a tiempo pero, en cualquier caso, sí que será de una manera más intensa. Intentaré aprehenderla lo más posible.
Ser cartelista y tener contacto tan cercano y constante con la comunidad nazarena conquense ¿te da una perspectiva diferente de lo que es nuestra Semana Santa y de la repercusión que tiene en realidad?
Sí que me da una idea diferente. Yo sabía que había mucha gente que vive por y para la Semana Santa porque los tengo en mi familia, sin ir más lejos. Pero no era consciente de que era un sentimiento tan generalizado y tan profundo para tantísima gente. Es algo que impresiona. Así que sí, mi perspectiva al respecto ha cambiado.
La luz, esa luz camuflada que tan presente está en el Cartel, es una de las vivencias que te inspiraron para crearlo y uno de los detalles de la Semana Santa de Cuenca que más llama la atención de la gente. Si tú tuvieras que quedarte con un aspecto de nuestra Semana Santa, ¿con cuál sería?
Yo, si me tengo que quedar con una cosa, quizá sería el intentar transmitir el positivismo en la Semana Santa. Cuando estudiaba la carrera, mis profesores de la Universidad me decían “Jesús, es que eres un optimista patológico” porque me intentaban echar por tierra un proyecto y yo lo levantaba con buen talante. Siempre he intentado ver la parte positiva de las cosas. Para mí, la Semana Santa quizá sera un poco eso. La Semana Santa es Pasión y en ella hay sufrimiento, situaciones desgarradoras que revivimos. Pero yo nunca me he quedado en eso. Yo siempre me he quedado en que hay una segunda parte en la que eso, de alguna manera, tiene un fin, es un proceso, en el que llegas a un punto en el que aparece esa luz, del final del camino, del fondo del cartel. En ella puedes condensar los aspectos positivos: para los que son creyentes, la Resurrección. Pero la luz en sí es un concepto, como muchos, más amplio y que no abarca solo a la religión católica. A partir de ahí, ese nexo de fusión de todos, creyentes y no creyentes, es con lo que me quedo y lo que he intentado plasmar.
A día de hoy, con toda tu vivencia como Cartelista… ¿volverías a presentar el mismo Cartel?
Pues… hablamos el año que viene, si vuelve a salir elección por concurso (risas). Sí que he dicho en alguna ocasión que, si hubiera concurso y encuentro la inspiración y la motivación, me gustaría volver a presentarme. Estaría encantadísimo porque es un reto y porque se trata de crear una obra plástica que depende mucho de tu estado de ánimo. Dentro de la humildad, me parece un reto bonito y volver a presentarme, me encantaría. Porque me encantaría volver a encontrar la inspiración y la motivación para volverme a presentar. No te he respondido, como habrás comprobado (risas)… No te puedo decir si volvería a participar de igual manera, porque todas las situaciones son transitorias. En el momento en que presenté mi Cartel, lo hice así porque necesitaba hacer eso. En otro momento, puede que necesite hacer otra cosa. El año que viene, veremos.