"Hay que recuperar las competencias de sanidad y educación para el Estado"
El partido que en las elecciones generales del mes de abril más cerca estuvo de dar la sorpresa y obtener ese tercer escaño que históricamente se han repartido PSOE y PP fue VOX. La formación de derechas que preside Santiago Abascal obtuvo entonces 16.734 votos, el 14,4 por ciento del total, unas cifras que podrían incrementarse según vaticinan algunas de las encuestas conocidas estos días.
En juego está la entrada en el Congreso de Iván Vélez, arquitecto y escritor nacido en Cuenca y criado en Carrascosa del Campo que tiene claro que VOX es “el único partido que no tiene un discurso diferente para cada territorio” y busca “terminar” con unas “desigualdades” que, a su entender, afectan especialmente a una provincia como la nuestra, “descapitalizada económica y poblacionalmente tras décadas de gobierno del PP y el PSOE, siempre serviles con las regiones más desleales de nuestra nación, a las que han cedido constantemente el patrimonio de todos”.
¿Por qué tiene la gente que votar el 10N después de haberlo hecho hace siete meses sin que luego los partidos políticos consiguieran formar gobierno?
La política cortoplacista y oportunista de los partidos hegemónicos impide la formación de un Gobierno sólido. El cainismo de estas formaciones entrega siempre la decisión de quién se aloja en La Moncloa a partidos marcados por el racismo y la depredación de nuestros recursos como PNV, ERC o PdCAT, que son en quienes históricamente se han apoyado PP y PSOE para gobernar, cediendo constantemente el patrimonio de todos.
¿Entiende que haya hartazgo en la ciudadanía?
Lo entiendo perfectamente, pues los acuerdos citados han dado como fruto una mayor desigualdad entre compatriotas. Con cada convocatoria de elecciones la inestabilidad es creciente y la distancia entre el mundo de los políticos y la calle, aumenta.
¿Se han perdido siete meses para hacer políticas en beneficio de la sociedad?
Sí, se han perdido en debates estériles, propaganda, tacticismo y en un grosero exhibicionismo de ese narcisista guerracivilista llamado Pedro Sánchez.
Se quedó cerca de lograr el escaño hace siete meses pero ahora hay encuestas que prevén que sea el PP quien logre ese tercer escaño en juego. ¿Qué expectativas y/o sensaciones tiene?
Las sensaciones son muy buenas. VOX tiene un votante fiel al que el partido no ha decepcionado allá donde hemos podido ser decisivos. Por otro lado, en esta convocatoria no contamos con vetos en los debates televisivos, y es evidente que en ellos, Abascal muestra su solidez.
Si el reparto de escaños es similar y ningún partido logra acuerdos para formar gobierno, ¿estaría VOX dispuesto a ceder y permitir que gobierne la fuerza más votada?
VOX, más allá de los intentos de estigmatización que ha sufrido por parte de los partidos hegemónicos, se ciñe a un programa elaborado y claro. Ya hemos demostrado en varias ocasiones que nuestro objetivo no son los sillones sino el impulso de unas iniciativas concretas.
Lo que el país no podrá permitirse son otras elecciones…
No es lo deseable, pero tampoco lo es la configuración de un Gobierno débil e hipotecado por pactos. El golpe de Estado en Cataluña prosigue ante la impotencia, primero del PP, y ahora del PSOE. Además, en el horizonte se atisba la posibilidad real de una nueva crisis y será necesario actuar con determinación.
Alguna medida que crea necesaria poner en marcha una vez que haya gobierno…
Una no, muchas: todas aquellas que fortalezcan a nuestra nación, es decir, a la fuente de nuestros derechos y libertades. Por citar algunas: reforma de la ley electoral, recuperación de las competencias de sanidad y educación por parte del Estado, ilegalización de los partidos secesionistas. Urge, sin duda, acometer el desmantelamiento del actual sistema autonómico, con sus innumerables duplicidades y gastos.
¿Por qué la gente tiene que votar a VOX?
A mi juicio, los ciudadanos deben votar a VOX porque es un partido que no tiene un discurso diferente para cada territorio ni trata de congraciarse con sus élites. VOX es un partido netamente nacional que busca terminar con las desigualdades que afectan, por ejemplo, a una provincia como Cuenca, descapitalizada económica y poblacionalmente después de décadas de gobiernos del PP y el PSOE, siempre serviles con las regiones más desleales de nuestra nación.
