En el amplio abanico de las artes marciales, el Lao Jia Wu Shu está formando un grupo creciente de practicantes del estilo milenario del Wu-Shu, matriz del Kung Fu chino, que logran colocarse entre los mejores de España cada vez que rinden presencia en un campeonato nacional: Manuel Arce, Javier Lara, Álvaro Huelves, Cristian Sanz, Carmen Marcos, Alejandro Page o Hugo Santiago son algunos de los pupilos de este gimnasio conquense que acumula más de medio centenar de alumnos.
“Es un orgullo ver la evolución de niños de pocos años. Mediante la ejecución de movimientos, crecen y adquieren unas habilidades y un nivel técnico que deja boquiabiertos a sus padres cuando los ven moverse sobre el tapiz o desenvolverse con armas cortas o largas”, declara Jorge Marcos Gómez, maestro del gimnasio y defensor de este arte marcial chino por más de una década en Cuenca.
Sin embargo, pese a contar con un palmarés creciente (14 medallas en el pasado Campeonato de España Wu Shu Tradicional con solo ocho inscritos), Jorge reconoce que el metal no es el objetivo en sí: “Prefiero que los chicos y chicas que entrenamos mejoren día a día. El hecho de ganar una medalla es un reconocimiento a su esfuerzo. A mí me pagan por enseñar Wu Shu, pero me llena mucho cuando un padre nos comenta que su hijo ha mejorado los estudios o en su comportamiento después de un mes o dos entrenando con nosotros, aparte de notar una mejora en su motricidad, su físico o en la realización del arte marcial”.
¿RENOVARSE O MORIR?
Una de las encrucijadas que sufre esta disciplina es su separación de estilo. Actualmente se diferencia dos tipos de modalidad de Wu Shu: el tradicional, enfocado en la ejecución de movimientos de defensa personal y combate; y el moderno, más dinámico y acrobático y con ejercicios de poca aplicación marcial. Así, se busca el reconocimiento de este deporte como disciplina olímpica en 2020 (ya que actualmente está reconocido en los juegos asiáticos). “Es una cuestión que nos ayudaría mucho en cuanto a su difusión y ayuda de patrocinios o becas, pero también vemos que con esa persecución de la acrobacia, puede perderse parte de la esencia del arte marcial”, señala Jorge.
A la hora de impartirlo, la estructura que siguen los alumnos del Lao Jia está marcada: “la iniciación se compone de formas de Wu Shu moderno, dada su homogeneización de estilos que permite al practicante crear una base sólida. Es a partir del cinturón naranja cuando incluimos formas de Wu Shu Tradicional, que implican más técnica, así como el manejo de las armas.
Y es que dentro de estos dos grandes estándares se incluyen varias categorías: mano vacía norte (ejecución de movimientos de estilos del norte de China), mano vacía sur (similar pero con estilos del sur del gigante asiático) y arma larga (palo, lanza, ‘guan dao’), arma corta (espada o daga) o el Duan Lia (simulación de combate). Modalidades en las que entran en juego los diferentes estilos de ejecución, “con más de 300 reconocidos por la Federación Internacional de Wu Shu”, señala Jorge. Además del San Da, categoría que incluye el combate con contacto y que cuenta en el club con un campeón del mundo como Iván Marcos.
SALTO INTERNACIONAL
La temporada para la élite conquense de este arte marcial llegaba a su punto álgido este fin de semana con la participación en el Campeonato Internacional de Wu Shu en Madrid. Una nueva cita donde tanto el maestro como las familias de los alumnos hacían un esfuerzo extra para competir contra rivales de todo el mundo.
Un escenario idóneo para demostrar el gran trabajo: “Somos un club que con relación al número total de participantes respecto a otras comunidades como Madrid, Valencia o Galicia, obtenemos mejores resultados, sobre todo en categoría infantil y cadete”, señalaba el maestro Jorge Marcos, y una vez más no defraudaron.
Moldavia, Suiza, Suecia, Francia, Holanda o Finlandia, además de España son algunos de los países de procedencia de los deportistas que compitieron en este V Campeonato Internacional de Wushu en el que también se dieron cita algunos campeones nacionales
En total tomaron parte 250 deportistas en una prueba en la que los resultados han sido muy satisfactorios para el Club conquense, que en esta ocasión ha estado representado por Álvaro Huelves, Manuel Arce, Cristian Sanz y Javier Lara, todos ellos en categoría cadete, que en total sumaron cinco medallas.
Álvaro Huelves, en la modalidad de Wushu moderno, se alzó con dos medallas, una de plata en la modalidad de arma corta y la otra de bronce en la modalidad de Nan Quan (mano vacía sur). Manuel Arce por su parte conseguía un oro en la modalidad de arma de Shaolin con la forma de Pudao (con este son ya tres los oros que ha conseguido cesta temporada).
Mientras, Cristian Sanz, que participaba por primera vez en un internacional se colgó la medalla de oro en la modalidad de arma corta. Y Javier Lara, que también se estrenaba en un evento de esta categoría lograba un bronce en la modalidad de mano vacía tradicional.
