El Liberbank Cuenca pagó la novatada en su primer partido de Fase de Grupos contra el Oporto. Los conquenses cuajaron un gran inicio contrarrestando la estrategia de portero-jugador de los lusos, sin embargo, pasado el ecuador del primer tiempo, el partido se rompió por completo a favor de los locales fruto de las pérdidas de balón de los de Lidio y los consecuentes contrataques que dejaron una distancia que no se volvería a reducir, a pesar del ímpetu del conjunto visitante.
La mejor versión del Cuenca se mostró en el Dragao Caixa durante los primeros minutos del encuentro. Un escenario que, curiosamente, sólo facilitó entradas a sus socios y que colgó los carteles de "billetes agotados" nada más abrir las taquillas, pero que no rozó ni por asomo el lleno en el pabellón. En cuanto al juego, el vendaval conquense contestaba a los dragones por medio de unos entonados Leo Dutra, Ángel Montoro y Martin Doldan. Fue sobre el minuto 17 cuando las constantes pérdidas del equipo conquense se transformaron en goles a la contra con Areia y Magalhães pletóricos en los robos y la carrera hacia portería. De esta forma, el Porto logró una ventaja considerable en el tanteo que sería determinante en el transcurso del partido, concluyendo los primeros treinta minutos con ocho goles de ventaja (20-12).
Con la notable diferencia, el equipo de Magnus Andersson jugó con mayor tranquiliza su baza del portero-jugador, provocando goles, pero también siendo contestados por los jugadores del Cuenca que anotaron varios tantos desde el saque central, aprovechando la puerta vacía rival. Con esta dinámica, el marcador apenas sufrió cambios, sí un pequeño aumento por parte de los locales que finalizaron el choque con un marcador de 37-26.
ASÍ LO VIO LIDIO
Tras el partido, Lidio Jiménez hizo análisis de la derrota incidiendo en el error fatal de las pérdidas como factor clave en el devenir del partido. “Creo que hemos empezado muy bien jugando en el seis contra seis, pero los trece últimos minutos de la primera parte nos han hecho perder el partido con malos repliegues, mala selección de tiro y muchas pérdidas. Hemos tenido momentos muy buenos, pero esos trece minutos lo han condicionado todo".
A pesar de ello, Jiménez valoró la actitud competitiva de sus jugadores asegurando que no perdieron la cara en el partido con relación a lo trabajado en los entrenamientos y que el Liberbank Cuenca se toma en serio la competición europea: "No hemos venido aquí a pasar el tiempo, se puede ver en la cara de los jugadores al terminar el partido llorando, demuestra que se han entregado y que no hemos venido aquí a pasearnos, sino a competir. Hemos tenido un mal día y ellos muy buen día, esperamos que a la vuelta sea al revés", añadía el técnico.
MALESTAR EN LA AFICIÓN CONQUENSE
Otro de los puntos muy conflictivos y protestados por los seguidores del Liberbank Cuenca que se movilizaron con el equipo hasta Oporto ha sido la actitud del conjunto luso con la venta de entradas. Varios seguidores consultados por Las Noticias de Cuenca han corroborado que no lograron comprar entradas al precio que marcaba el club (3€) por ser exclusivamente para socios, tal y como anunció el equipo en su página web esta semana. Sin embargo, nada más abrir taquillas, los empleados del Dragao Caixa colgaron el cartel de "Bilhetes esgotados". Solo instantes después y a pesar de un alto control policial presente en los aledaños del pabellón, varias personas revendían entradas para el partido a los conquenses por un precio cinco veces mayor (15€). Tal y como denunciaba la grada de afición de la Furia Conquense, pese a tener las entradas agotadas, el pabellón presentaba grandes huecos en las gradas sin público.
