La Balompédica empieza a entrar en serios peligros después de caer por la mínima en el José Rico Pérez ante el Hércules CF (1-0). La derrota aloja en el fondo de la tabla al equipo blanquinegro a la espera de que se disputen partidos importantes entre sus rivales en la presente jornada, lo que podría significar el adiós casi definitivo a la categoría. Lo que sí queda claro es que ya no hay más cuentas que la de ganar los dos partidos restantes. Todo un clavo ardiendo al que el Conquense debe agarrarse para evitar descender.
El equipo de César Laínez fue competitivo ante un rival que jugará playoffs de ascenso a superior categoría, pero la suerte o la mala puntería no acompañó al Conquense en un partido más. Buena fe dio de ello el remate al travesaño de Chrisantus. El nigeriano, llegado en el mercado de invierno para lograr con goles el objetivo de la permanencia, sigue sin estrenar su casillero anotador pese a estar más cerca que nunca ante el equipo alicantino. Los pupilos de Planaguma prefirieron tomar parte de la posesión, un hecho que no incomodó del todo a la Balompédica que supo jugar sus cartas en las ocasiones aisladas.
Tras el descanso, de nuevo volvió a llamar a las puertas del gol el equipo blanquinegro, pero en esta ocasión fue el guardameta quien evitó la alegría visitante. Falcón sacó una mano salvadora que evitó que Maxi anotara su segundo gol con el Conquense en lo que lleva de temporada. Cuando la proximidad por ocasiones de mayor peligro parecía dar la razón al Conquense apareció el local Benja para endosar un disparo que terminaría en el interior de la portería de Raúl Marqueta, logrando el tanto para el Hércules.
Pese al cuarto de hora restante hasta el minuto 90 después de encajar el gol, los de Laínez no contaron con la elaboración suficiente para inquietar la portería de Falcón, llegando incluso a poder encajar un segundo tanto de los alicantinos.
Con las victorias de Alcoyano y el empate del Ejea, el Conquense estará muy pendiente de lo que ocurra mañana entre Castellón (futuro rival de los blanquinegros) y la Peralada, otro de sus rivales de la zona baja. Lo que sí saben los conquenses es que ya no queda margen de error y la salvación no dependería exclusivamente de lo que hiciera el equipo.