Empate y gracias como diría aquel. La Balompédica deja de cara la eliminatoria en la Copa RFEF tras sacar un empate a uno contra el Inter de Madrid. El conjunto madrileño dominó en cuanto a ocasiones por el juego aéreo y por errores de la zaga blanquinegra, mientras que a la Balompédica le fue anulado un gol por una dudosa falta en el área rival y mostró mejor imagen con la entrada de Jorge Fernández, lo que se transformó en un empate logrado por Pablo Aguilera, a raíz de un penalti provocado al mismo jugador.
No hubo una dinámica muy distinta a los partidos anteriores del Conquense. Rezagado, aguantando a su rival e intentando combinar para salir de una más que asfixiante presión del Inter. Por su parte, los madrileños disfrutaron de varias ocasiones de la mano de Tamayo, Rufino y Fran Cortés. Cada balón colgado al área era rematado con mayor o menor acierto por el ataque rojinegro. A ello se unían los errores incomprensibles de la zaga como el de Maxi Amondarain, que provocó el 1-0 de Rufino. Un balón a la espalda de la línea de los centrales en el que la falta de comunicación hace que el jugador uruguayo dejase pasar el esférico pensando que lo atraparía su portero, sin embargo, el delantero del Inter lo cazó para darle altura y superar por arriba a Sergi Puig en la salida.
Con el tanto, el Inter continuó amenazando en cada jugada la portería del Conquense. La reválida la puso el equipo de Laínez desde el saque de esquina, donde un remate al palo largo de Oriol Rey terminó dentro de las redes logrando un momentáneo empate. Sin embargo, el colegiado madrileño anuló la jugada por una supuesta falta en ataque dentro del área.
Tras el descanso, siguió el asedio madrileño dominando cada balón colgado y desesperándose ante los reflejos de Sergi Puig. El canterano del Barcelona fue crucial en mantener con opciones en el partido a su equipo. Laínez dio entada a Parera y a un Jorge Fernández que protagonizó el poco peligro que fue capaz de realizar el equipo conquense. Tuvo la más clara sobre el minuto 70 el propio Jorge, pinchando el esférico sólo delante del portero rival tras un gran pase de Iván Rubio. Con todo para marcar, el conquense no ajustó bien el disparo y terminó atrapando Miguel Ángel el balón.
Inspirado por la posibilidad del empate, Mayordomo (titular y dando una gran imagen) y un hasta entonces desaparecido Pablo Aguilera, empezaron a hacer presión y daño a un Inter que daba muestras de cansancio. Así, en una internada en el área del único delantero del Conquense, Aguilera sacó petróleo siendo derribado y provocando una pena máxima que el mismo jugador transformó, logrando el empate a uno.
El choque en los últimos minutos se rompió ante el potencial en ataque de los rojinegros, que estrellaron hasta dos disparos al larguero y haciendo lucirse a Sergi Puig en otras dos acciones claras de gol, y un Conquense con opciones de dar la vuelta en el marcador siempre canalizando su ataque por las botas de Jorge.
A pesar de ello, no hubo tiempo para más. El Conquense logró un empate que deja la eliminatoria de cara para el choque de vuelta. Un resultado muy bueno para los de Laínez si comparamos las ocasiones que tuvo uno y otro equipo. Hay que destacar también el refuerzo moral que supone este resultado para los jugadores y, sobre todo, para Pablo Aguilera, la única referencia hasta el momento en el ataque blanquinegro que ya ha marcado su primer gol.