Símbolos franquistas
El PP se queda solo en su defensa de las 140 placas con el emblema de la Falange
La Asociación Ciudadanos por la República presentaba a finales de marzo una solicitud en la que requería al Ayuntamiento de Cuenca a que procediera, en la mayor brevedad, a erradicar los vestigios franquistas que aún perduran en los espacios públicos de la capital una vez retirados, entre los pasados 14 y 15 de marzo y a petición del pleno, los símbolos de la Catedral.
En concreto, el colectivo advertía del rótulo de piedra con el emblema de la Falange de la calle Nuestra Señora del Buen Suceso, perpendicular a la calle Cañete, así como de las 140 placas del Instituto Nacional de Vivienda y del Ministerio de Vivienda con el escudo del partido único franquista que aún lucen en las fachadas de viviendas en distintos barrios conquenses, símbolos todos ellos que, según este colectivo, deben retirarse en aras de cumplir el artículo 15 de la Ley de la Memoria Histórica, del año 2007, según el cual “las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.
Ha sido el Grupo Municipal de Izquierda Unida el que ha cogido el guante de la asociación republicana para llevar al pleno, a través de una moción, esta demanda, que ha sido aprobada este martes gracias tanto a los votos de IU como de los otros dos grupos de la oposición, PSOE y Ciudadanos, pese al rechazo del Grupo Popular.
En concreto, IU pedía en su moción que las comunidades de propietarios de estas viviendas retiraran las placas en el plazo de un mes y que, en caso de que no lo hicieran, fuera el Ayuntamiento quien lo hiciera de forma subsidiaria, pasándoles luego la factura.
Todos los partidos de la oposición han coincidido en que esos símbolos deben retirarse para cumplir debidamente con la ley, pero el Grupo Popular no solo no ha apoyado esta demanda, sino que ha defendido unos símbolos que, a su entender, según la citada ley no puedan calificarse como franquistas.
Quien ha tomado la palabra en el debate por parte del PP ha sido el cocnejal Carlos Navarro, que ha llegado a exhibir una de estas placas en el pleno ante la mirada atónita de los concejales de la oposición (IU ha difundido la imagen a través de las redes sociales) y la sonrisa de algunos concejales de su partido.
Ha dado asimismo otros argumentos para no respaldar la retirada, como el hecho de que se encuentren en propiedad privada (argumento que el PP ya utilizó en el caso de los símbolo de la Catedral, cuando alegó que era propiedad del Obispado), que se trata de una moción que abre “el enfrentamiento” y no se encuentra dentro de las prioridades de los ciudadanos. Pero incluso ha ido más lejos al arremeter contra el colectivo Ciudadanos por la República, al que se ha referido como un “colectivo del Frente Popular, culpable de la guerra civil”.
En su caso, ha asegurado además haber vivido en una de estas viviendas sociales y haber jugado en su niñez a darle a estas placas con el balón.
Ya en el pleno de abril, Navarro se refirió a esta petición a través de la ironía, preguntándose si el símbolo franquista son las placas o los edificios y denominando la ley del año 2007 como “Ley de la Desmemoria Histórica”. Entonces dijo también que el yugo y las fechas son “logotipos” de un “instituto oficial” del Estado que no suponen “exaltación de nada”.