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“El maestro es el centro de la sociedad del futuro”

Nacido en 1978, “como la Constitución”, el curso 2017/18 es el segundo de Sixto González Víllora como decano de la Facultad de Educación, de la que cada año salen 200 nuevos maestros
“El maestro es el  centro de la sociedad del futuro”
Sixto González Víllora. Fotos: Saúl García
10/12/2017 - Gorka Díez

Más de 170 años lleva formando en Cuenca maestros la Facultad de Educación, cuyo origen está en la Escuela Normal de Maestros puesta en marcha en 1846, que en 1970 adquirió el nombre de Escuela Universitaria y, ya en 2010, con la reforma de los planes de estudio que supuso el Plan de Bolonia, el de Facultad de Educación. Hablamos con su decano desde junio de 2016, Sixto González Víllora (La Roda –Albacete–, 1978), maestro, licenciado y doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), institución en la que lleva trabajando desde 2004 tras haber ejercido un par de años de profesor de Educación Secundaria de Educación Física en Madrid, donde se sacó la oposición a la primera. “Esta Facultad y este Campus es para mí algo muy querido. Aquí me siento como en casa”, cuenta.

¿Cómo está la Facultad de Educación en cuanto a alumnos matriculados?

La Facultad de Educación goza de muy buena salud. Tenemos dos grados, uno de Educación Infantil y el otro de Educación Primaria, y los primeros cursos de ambos grados están completos. En algún curso más avanzado sí que hay alguna reducción de alumnos, bien porque alguno ha decidido dejar de estudiar, porque tienen problemas económicos o porque son de otras comunidades autónomas, especialmente de Valencia, y deciden seguir estudiando más cerca de su casa para reducir costes. Actualmente la Facultad alcanza los 800 estudiantes, datos similares a hace dos o tres años, con lo cual la demanda se mantiene. Y entre nuestras novedades hay que destacar el Máster en Investigación e Innovación Educativa, que este año celebra su segunda promoción.

Este nuevo máster, sumado al de Profesor de Secundaria y Bachillerato que se imparte desde 2010, permite que en esta Facultad se forme tanto a futuros maestros de colegio como a profesores de instituto y de Universidad…

El Máster en Investigación es un puente entre el Grado y el Doctorado que hasta ahora no teníamos, y que hacía que los alumnos que querían hacer esta formación se tuvieran que ir a otras universidades. Es una preparación oficial de gran calidad, para formar específicamente en innovación o investigación educativa, de ahí que tenga muy pocas plazas, diez, en el campus de Cuenca. Una característica muy positiva es que cualquiera puede formarse en investigación en cualquier área de conocimiento (Matemáticas, Lenguas Extranjeras, Música, Lengua Española, Educación Física o Educación Musical). Después, si a uno le satisface el mundo de la investigación, se puede matricular en el Doctorado, que tiene una duración a tiempo completo de tres años, y que también es posible cursar en la propia UCLM.

Supongo que en la Facultad primarán los alumnos de Cuenca...

Fundamentalmente son de la provincia, de la capital y de muchos pueblos próximos, pero también hay un número de alumnado bastante importante de Albacete, donde hay Facultad de Educación, pero las plazas que ofrece se quedan escasas, de ahí que muchos vengan a Cuenca. Y también tenemos alumnado de Valencia y Alicante por la cercanía geográfica e incluso de Madrid.

Cuenca es una ciudad que ofrece más tranquilidad para estudiar que Madrid o Valencia. ¿Qué destaca de ella?

Es una ciudad bonita, patrimonio de la Humanidad, tenemos cerca Madrid y Valencia, donde con el AVE es fácil llegar. Me gustaría destacar la Serranía, pues la naturaleza es uno de los muchos atractivos que tiene Cuenca.

¿Y qué es lo que destaca de la Facultad?

El trato personalizado, el estudiante no es un número o un apellido, sino que los profesores somos cercanos, conocemos sus nombres y sus gustos. Y eso creo que es algo muy importante junto a la calidad elevada que ofrecemos en los estudios. Por otro lado, el coste que tiene la ciudad para vivir no es alto, además sumado con que las matrículas de la UCLM son las más baratas de todas las universidades españolas para Grado, Postgrado y Doctorado, algo importante en los tiempos que vivimos. Y una de las áreas que ha potenciado la Facultad es la internacionalización. Hace tres o cuatro años solo eran diez-quince alumnos los que salían a otras universidades por convenios Erasmus, principalmente a Portugal, Italia, Inglaterra, Bélgica o Francia, mientras que hoy ya salen entre cincuenta y sesenta alumnos. También tenemos alumnos que nos visitan, principalmente de Portugal y de México.

Con un sistema educativo que tiende al bilingüismo, para los futuros maestros es fundamental aprender inglés…

El inglés es fundamental. Hoy es difícil que un maestro no esté familiarizado con lenguas extranjeras. A través de nuestros estudios, se puede salir con un B2 tanto en inglés como en francés. Y se favorece el aprendizaje de otras lenguas como alemán, portugués e italiano mediante las salidas Erasmus y los cursos que ofrece el programa Aprende Lenguas, que como novedad ha incluido el chino. Nuestra mención en Lenguas Extranjeras es una de las más elegidas por los alumnos, y la Facultad está acreditada por la Universidad de Cambridge para que los alumnos puedan optar a la acreditación en lengua extranjera de los niveles B1, B2 o C1, títulos especializados que luego a uno le pueden servir para concurso-oposiciones o acceder a colegios concertados o privados.

Se está avanzando mucho entonces...

Los idiomas siempre han estado presentes, aunque sí que tradicionalmente eran unos pocos los que elegían la especialidad de inglés para formarse específicamente. Y hoy todos los graduados en maestro de Infantil y Primaria necesitan inglés, francés u otros idiomas, además de la formación especializada en la mención elegida. Para obtener el título de Grado es obligatorio el nivel B1, aunque cada día son más los graduados que intentan obtener un B2 y con la idea de seguir aumentando el nivel.

“El maestro es el  centro de la sociedad del futuro”

Junto al inglés, ¿qué otras especialidades son las más demandadas en Cuenca?

Educación Especial (Pedagogía Terapéutica), a las que siguen Educación Física y Audición y Lenguaje.

¿Y son las que tienen más salida laboral?

Probablemente la elección está muy relacionada con la salida laboral, aunque también con los gustos de los estudiantes. Porque por ejemplo tenemos una mención de Música, muy interesante, y con una larga tradición en la Facultad, pero como se han reducido horas en Educación Primaria en el área de música, y se ofertan muy pocas plazas en el concurso-oposición, los estudiantes, no sé si por este u otros motivos, deciden no hacer esta especialidad. Pese a ello, ha salido este año en tercer curso y tiene seis alumnos. Sería una gran pérdida si desapareciera esta mención, muy relevante para el desarrollo integral del niño.

Las expectativas de encontrar trabajo, tras unos años sin casi oposiciones, ahora en cambio son mayores…

Ha habido un parón muy importante en educación en los últimos cinco años, pero sí que ahora parece que se van a abrir las puertas otra vez, especialmente porque la Unión Europea nos está diciendo que tenemos que reducir el número de interinos, con lo cual posiblemente se aumenten las plazas públicas que salen en Infantil y Primaria. Pero también hay otras salidas. Hay que pensar en colegios concertados o privados, trabajo en escuelas extracurriculares, escuelas infantiles, academias de idiomas, escuela de adultos, animación a la lectura u otros. Los colegios no deberían abrir solo por la mañana, sino también por la tarde con otras actividades educativas y culturales. Y también sería bueno que contaran con maestros en centros culturales y académicos, escuelas de enseñanzas de idiomas, escuelas deportivas, etcétera. Tenemos que abrir el prisma de los trabajos, algo que creo que se está haciendo, y que la sociedad valore el título de maestro para trabajar en otros ámbitos, no solo en el colegio público.

Ocurrirá con otros estudios, pero cuando alguien decide estudiar educación se entiende que es por vocación…

Principalmente es vocación. La mayoría de los estudiantes que tenemos han vivido una larga e intensa vida escolar, pasando por Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, y saben lo que es un maestro y un profesor. Así que el que viene a estudiar sabe a lo que viene. Yo, aunque luego hice un doctorado en Ciencias del Deporte, en su momento también estudié Magisterio y lo hice por vocación, porque quería ser maestro, enseñar a niños y jóvenes, y finalmente el camino me ha llevado a ser formador de formadores. Por otro lado, los estudios de maestro son también cercanos, se tienen en Cuenca y se pueden estudiar sin el coste económico que conlleva tener que salir de tu ciudad, lo que también compensa. Y, últimamente, al ser los estudios de cuatro años, se están abriendo las posibilidades porque ahora un maestro también puede estudiar un máster oficial, hacer un doctorado, irse al extranjero y formarse en idiomas o continuar estudios en otro tipo de Facultades.

Es un trabajo bonito pero también duro, a lo mejor más duro de lo que parece…

Creo que la sociedad debería valorar mucho más al maestro. El maestro es el centro de la sociedad del futuro. Al ingeniero, el que le enseñó a leer fue un maestro; y al médico, el que le enseñó a comprender y resolver problemas fue también un maestro. Está la idea de que el maestro del colegio solo trabaja de nueve a dos, o hasta las tres que es cuando salen de la hora exclusiva donde preparan las coordinaciones o algunas clases. Por ejemplo, mi mujer, Reme, es maestra y trabaja todas las tardes preparando las clases de las semanas siguientes, preparando materiales, corrigiendo trabajos o pruebas de evaluación. La labor del maestro no termina cuando sale del colegio. Aquellos maestros activos realizan habitualmente cursos de formación para actualizar sus metodologías de enseñanza o implementar un nuevo contenido de forma más atractiva para los estudiantes.

"Tenemos que abrir el prisma de los trabajos y que la sociedad valore el título de maestro para trabajar en otros ámbitos, no solo el colegio público, como centros culturales y escuelas deportivas"

¿Y cambia mucho ser profesor de colegio que de instituto o de Universidad?

Todos somos profesores. Y todos creo que tenemos una gran importancia social por lo que generamos. Dentro de eso, sí que cada uno es algo distinto. Educación Infantil es de tres a seis años y la psicología del niño y su evolución en ese periodo no tiene nada que ver con la de seis a doce años, de ahí que haya un grado de Educación Infantil y otro de Educación Primaria. Por otro lado, es difícil pasar de ser profesor de una etapa a otra porque hay concurso-oposiciones para Infantil, Primaria y para Secundaria y Bachillerato, así como para la Universidad. Incluso a veces sucede que la experiencia docente en otras etapas educativas, o no se cuenta en los concursos, o se cuenta en menor proporción.

Siempre se habla de la necesidad de una nueva ley de educación pero por consenso. ¿La cree necesaria?

Sí, considero que la nueva Ley de Educación debería estar consensuada, para ello se hace necesario que se plantee desde la moderación, y que no tenga carga ideología en su marco legislativo y práctico. Y que esa ley durase como mínimo diez años, tras lo cual se evaluara y se planteasen mejoras, y que con estas modificaciones se construyera una Ley de Educación para una nueva década. Para abordarlo, sería fundamental que los profesionales que la van a desarrollar e implementar participen activamente en su elaboración, y no sea impuesta desde fuera, por los altos estamentos políticos. Para este reto, propondría una comisión formada por maestros de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Educación Superior que hayan sido personas destacadas en las diferentes etapas educativas, asesorados por un grupo de legisladores expertos en la elaboración de este tipo de leyes. Muchas veces se habla del funcionamiento educativo de países como Finlandia o Noruega, que tienen sistemas que puntúan mejor en los rankings internacionales, pero no se pueden replicar directamente en el contexto español, porque ellos tienen un clima, una cultura, una forma de ser, y nosotros, dentro que somos países de Europa, tenemos otro clima, cultura u otra forma de convivencia. Se trata entonces de adaptar la educación a nuestro contexto.

¿Alguna propuesta que debería incluirse en esa futura Ley de Educación?

El alumno tiene que ser el centro de interés. Se tendría que analizar qué conocimientos y capacidades son importantes para las sociedades del presente y futuro, abordarlas desde diferentes puntos de vista, pero desde una orientación de aprendizaje mucho más interdisciplinar y buscando la resolución de problemas de forma autónoma. Considero que la variabilidad de metodologías activas, como el aprendizaje por proyectos, el aprendizaje basado en problemas o el aprendizaje cooperativo, enriquece el proceso de aprendizaje.

Si se gestionase la docencia en módulos de aprendizaje, todos deberían ser relevantes, y tener como mínimo tres o cuatro sesiones a la semana, pues se requiere tiempo para profundizar en las capacidades que se pretende que los alumnos aprendan. Todos los módulos deben ser evaluables, pues aquello que no se evalúa no se sabe en qué nivel se encuentra y cómo se puede mejorar, e incluso puede llegar a devaluarse. Aquellas áreas que no se consideren de especial importancia, quizás no deberían estar en el currículo oficial, y pasar a formar parte de una enseñanza de tipo informal o extracurricular. El concepto de evaluación innovador es diferente al de la educación tradicional, que se basaba en una evaluación del resultado, pues la evaluación debe ser formativa, es decir: que la propia evaluación le sirva al docente para aprender de sus aciertos y errores. La educación debe servir para que el alumno se sienta competente y capaz de realizar diferentes tareas, pues ello le dará la motivación para seguir aprendiendo. Si por el contrario un alumno que está estudiando se siente poco competente, su tendencia será a la desmotivación y al abandono. También sería interesante incluir algunas aportaciones basadas en la Ciencia, por ejemplo, la Neuroeducación, que entre otros consejos propone clases más cortas, más preparadas por los docentes, más impactantes y significativas para los estudiantes.