La puesta en marcha del parque auxiliar de bomberos que la Diputación Provincial quiere poner en marcha en la capital para dar servicio a un centenar de localidades de la Serranía y de la Alcarria cuyas obras, en las que se han invertido más de 200.000 euros, han sido recepcionadas esta semana, dejará “bajo mínimos” las actuales plantillas de los parques de Tarancón y Motilla del Palancar, que pasarán de tener turnos de seis trabajadores a turnos de cuatro. Y la situación será aún más precaria en el caso caso del parque de la capital, con tres efectivos por turno.
Así lo denuncia el presidente del Comité de Empresa del servicio de extinción de incendios de la Diputación, Mariano Polo, convencido de que el nuevo recurso no va a conllevar la creación de nuevas plazas sino la distribución de las existentes, aunque según aseguran en Diputación si habrá un incremento de plantilla, con seis nuevos efectivos para los tres parques, un gasto que ya estaría presupuestado.
“El nuevo parque se va a poner en marcha a costa de desmantelar los de Tarancón y Motilla: no va a haber ningún parque bien dotado, sino tres parques fantasma”, denuncia la secretaria general de CCOO en Cuenca, María José Mesas, que pide a los ayuntamientos de la provincia, que pagan una tasa por recibir este servicio, que le exijan explicaciones al presidente de la Diputación, Benjamín Prieto.
En CCOO entienden que con la nueva distribución de plantillas se pondrá en riesgo tanto la seguridad de los efectivos que sean reclamados para intervenir en incendios u otras situaciones de emergencia y la de los ciudadanos que requieran de su auxilio.
Aumento de los costes
Además de los más de 200.000 euros que ha costado la construcción de un parque que hubiera sido innecesario de haber llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Cuenca para que, como ocurría hasta 2010, fueran los propios bomberos del parque de la capital quienes cubrieran las poblaciones del entorno a cambio de una ayuda de unos 250.000 euros anuales, los bomberos añaden el aumento de horas extraordinarias que esta situación generará, que según sus cálculos puede suponer un gasto para la Diputación de en torno a 400.000 euros anuales.
“Duplicar servicios cuando lo que se está buscando es la coordinación entre bomberos es el mayor disparate de España”, considera Polo, que además advierte de que el nuevo parque carece de la necesaria evaluación de riesgos, de modo que adelanta que, cuando se inaugure, acudirán a los tribunales para pedir que se su apertura se paralice de forma cautelar. En Diputación aseguran sin embargo que el inmueble ha sido recepcionado con el aval de los técnicos, que no observaron “incumplimiento legal alguno”.
Movilidad de efectivos
Todavía no se ha iniciado el proceso para dotar de plantilla al nuevo parque, pero el Comité de Empresa insiste en que llevará a cabo a través de una movilidad funcional, abriéndose en una primera fase la posibilidad de que, quienes lo deseen, pidan su traslado al parque de Cuenca desde Tarancón o Motilla.
Además, los representantes de los bomberos denuncian sus condiciones laborales desde que en 2017 la Diputación decidió que pasarán de depender del Consorcio 112 a hacerlo directamente de la institución provincial, pero sin aplicarles el convenio del personal laboral de la Diputación ni convertirles en funcionarios.
Esto, unido a la “falta de negociación”, la no aplicación de la jornada de 35 horas semanales o la apertura de expediente a dieciséis bomberos ha propiciado, aseguran, que el servicio haya perdido cerca de diez trabajadores en los últimos años. “La gente se está yendo”, advierte Mesas. La plantilla habría pasado así de contar con más de 70 trabajadores a menos de 55.